¿Por qué la mayor parte de los jóvenes en España quieren ser funcionarios?
en: Oposiciones Revista del opositor y las oposicionesEste comentario es una auténtica realidad, que a veces se utiliza de una forma maliciosa contra los empleados de la función pública y contra las personas que están estudiando una oposición. Pero en vez de utilizarlo como arma arrojadiza, ¿por qué no nos preguntamos en serio a qué se debe esto?
Vamos a intentar dar algunas respuestas a esta pregunta.
1.- España es un país con una elevadísima tasa de desempleo. Con una cifra actual rondando el 25 % y el 55 % de paro juvenil y siendo de los país con mayor paro de nuestro entorno, es normal que un trabajo estable sea tremendamente valorado.
2.- Es difícil ser emprendedor en España. Además de los innumerables problemas para conseguir crédito, agravados hoy por la crisis financiera, existen numerosas trabas burocráticas y fiscales. A la clase política se le llena mucho la boca hablando de emprendedores, business angels y demás, pero la realidad es muy distinta.
3.- Los funcionarios tienen bien definidos sus derechos y deberes. Tales como el horario, vacaciones. etc., aunque en los últimos tiempos hayan perdido muchos derechos. Esto lejos de ser malo debería ser lo normal y lo legal. Lo que es una vergüenza es que a otros trabajadores no se les respete lo que en la ley está, que tengan un contrato de 7 horas y hagan 12.
4.- El contrato a tiempo parcial no termina de funcionar en España. Podía ser una alternativa viable, ya que si hay poco trabajo se reparte y se puede compatibilizar con la vida familiar. Pero si a un trabajador se le ha contratado por 3 horas, debe hacer 3 horas y no se debe pretender que haga 5. Volvemos a la vergüenza de la falta de respeto al derecho laboral.
5.- Los salarios en España, en general, son bajos. Además han ido a la baja debido a la crisis. A pesar de lo que se afirme por algunos medios (mezclando salarios de políticos con los de funcionarios) a igualdad de categorías profesionales de puestos, son más bajos aún los del Estado, siempre que, volvemos a lo de antes, se cumpla el derecho laboral. Si no me voy a hacer rico ni en un sitio, ni en otro, al menos prefiero la seguridad. Y ya por no hablar de la vergüenza de los salarios en prácticas y juveniles.
Y ya, por rematar, diremos algo: que no hay nada más peligroso, más inculto y más ignorante que generalizar. Que hay funcionarios ejemplares y empresarios ejemplares, y por desgracia, tantos unos como otros, sufren el "san benito" de la demagogia, atizada por el interés de algunos políticos. Nuestro país necesita servidores públicos ejemplares y no políticos interesados y corruptos. Para hacer crítica fácil y demagogia ya sobran más que demasiados.
Revista del opositor y las oposiciones
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