Antes de responder a esta pregunta, hay que valorar las circunstancias personales del aspirante al puesto de trabajo y el tipo de trabajo al que se aspira.
Evidentemente, una experiencia de trabajo siempre se valora de forma positiva en el currículo, pero también la formación académica es clave.
Se dice que la universidad es algo "teórica" y que mucho de lo que se aprende no está relacionado con el trabajo que luego se desempeña. Pero tampoco se debe caer en la simpleza. Un título avala unos conocimientos, avala un esfuerzo, avala una serie de habilidades aprendidas, avala, en definitiva una voluntad de superación. Y eso siempre se va a valorar.
También hay que distinguir que tipo de experiencia laboral o que tipo de máster se ha cursado. No es lo mismo una experiencia profesional corta y de un puesto de trabajo de categoría profesional inferior a la de nuestra titulación que una experiencia laboral amplia, cualificada y con responsabilidad. No es lo mismo un máster de bajo nivel, que uno cursado en una prestigiosa institución con una fuerte carga de prácticas laborales.
También habría que distinguir si se aspira a trabajar en la empresa privada o en el estado. Es cierto que en la empresa privada, quizá se prime más la experiencia profesional, pero en el Estado la formación académica va a ser clave.
Enseñanza en la Red
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