Eton College es uno los colegios privados británicos con más fama de producir premiers. Algunos de sus famosos exalumnos han sido el químico Robert Boyle, el Duque de Wellington, el novelista Aldous Huxley, el primer ministro Harold McMillan, el economista John Keynes, el rey de Bélgica Leopoldo III, el novelista George Orwell, e incluso un famoso asesino, Lord Lucan. De hecho, el actual primer ministro briánico, David Cameron, es, como se conoce a los exalumnos, un old etonian.
Eton es, posiblemente, el colegio privado más famoso del mundo. Por el mismo han pasado 19 dirigentes británicos, decenas de ministros y varios príncipes.
Fue fundado en 1440 por el rey Enrique VI para niños pobres, pero, al igual que otros prestigiosos colegios con el mismo origen filantrópico. Su nombre es el de Colegio del Rey de Nuestra Señora de Eton y se halla en la localidad inglesa de Windsor. Eton debe su fama a las familias ricas que comenzaron a llevar allí a sus hijos, internados en alojamientos externos. Sigue siendo una escuela pública, ya que está a cargo de un órgano de gobierno y está financiada en parte por subvenciones públicas, en lugar de ser de propiedad privada.
Posee alrededor de mil trescientos alumnos. Su uniforme se compone de frac, chaleco negro, pantalones negros a rayas y camisa blanca con un cuello especial, adornado por una tira blanca doblada a modo de corbata de pajarita.
Pero ¿qué tiene el Colegio Eton de especial de cara a la formación y educación de sus alumnos?
En primer lugar, la entrada es muy selectiva y rigurosa. De mil solicitudes anuales, se atienden sobre unas 250. Quien desea una plaza debe hacer un examen y someterse a varias entrevistas a los diez años. La institución es cara (unos 28.000 euros), pero existe una gran cantidad de becas, que no sólo son para los 70 alumnos King's Scholars, el grupo de menos pudientes para los que originariamente se constituyó Eton, que reciben hasta un 90% de gratuidad y viven dentro del mismo colegio. También existen ayudas para una quinta parte de todos los alumnos, conocidos como Oppidans, que viven en alguna de las veinticuatro residencias de las inmediaciones. Se habla de elitismo intelectual, más que económico.
Otra característica de Eton es formar a los alumnos para ser dirigentes bien formados, mentalizando a sus alumnos para estar arriba, en la actividad que sea, preparándoles para hacer lo que deben al margen de que les guste o sea popular.
Finalmente, la auténtica seña de identidad es el gusto por el debate. La disciplina dentro de sus muros es ejemplar, pero al mismo tiempo la libertad de ideas y la libertad para defenderlas y razonarlas es completa. La convivencia de novatos y veteranos, continuas elecciones, negociaciones, pactos, y acuerdos son un excelente entrenamiento para la política.
Enseñanza en la Red
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