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Aves extinguidas de América del Norte


Caracá de Guadalupe (Polyborus lutosus)

Fue un falcónido que sólo vivía en la isla de Guadalupe. El último ejemplar en libertad fue visto en 1900. Era una especie que tenía bastante relación con los vecinos caracarás, como Polyborus plancus. La causa de su extinción fue el exterminio por los dueños de cabras, ya que creían infundadamente que las atacaba.


Polyborus plancus, especie próxima y similar


Chochín de Bewick de Guadalupe (Thryomanes bewickii brevicauda)

Era una subespecie del Chochín de Bewick, que vivía en la isla de Guadalupe y nunca fue abundante. El último ejemplar se capturó en 1892 y el último avistamiento se dio en 1905. La causa de su extinción fue probablemente la destrucción de terrenos arbustivos.

Chochín de Bewick común (Thryomanes bewickii bewickii)

Chochín de Bewick común (Thryomanes bewickii bewickii)


Condor de California (Gymnogyps californianus)

El Condor de California está practicamente extinguido actualmente. En el Pleistoceno se extendía por todo el oeste americano, reduciéndose progresivamente su hábitat hasta quedar recudido a una estrecha franja al sur de California. A la llegada de los colonizadores, era una especie escasa y desde entonces su declive ha sido constante, debido a la caza furtiva, el uso de cebos envenenados y la disminución de la ganadería en la zona, ya que son carroñeros.

Recientemente, ante el riesgo de desparición inminente, se ha adoptado la desesperada medida de capturar a todos los ejemplares en libertad con la escasa esperanza de reintroducirles en su medio en un futuro.

Condor de California (Gymnogyps californianus)

Condor de California (Gymnogyps californianus)


Cotorra de Carolina (Conuropsis carolinensis)

La Cotorra de Carolina es el único representante de los psitacidos en América del Norte. Su distribución se daba sólo en el Pico de Marfil, siendo una especie abundante en los bosques cercanos a los grandes ríos. Visitaba con frecuencia los campos cultivados y los árboles frutales, lo que provocó una caza indiscriminada contra ella, además de sufrir un activo comercio como animal doméstico de jaula. Esta especie tuvo varias amenazas: deforestación, los bosques fueron talados para terreno agrícola; caza, por sus plumas de colores para sombreros femeninos y animales de compañía; exterminio, por considerarse una plaga; especies invasoras y enfermedades, ya que parece probable que sucumbían a las enfermedades de las aves de corral.

El último ejemplar fue capturado en 1901 y se vieron en libertad hasta 1920. El último espécimen en estado salvaje fue abatido en el condado de Okeechobee, Florida, en 1904, y el último en cautividad murió en el zoo de Cincinnati el 21 de febrero de 1918.



Gallo de las praderas de la costa este (Tympanuchus cupido cupido)

El gallo de las praderas tenía tres subespecies, una se ha extinguido, otra está próxima a hacerlo y la otra tiene escasa población. La extinguida vivía en la costa este de Estados Unidos. En los inicios del siglo XX sólo se encontraba en la isla Marthas Vineyard, donde se la protegió. En 1916 se produjo un incendio que arrasó la isla, siendo fatal para su supervivencia. En 1928 sólo vivía un ejemplar que ya no se le volvió a ver en 1932. Es un caso que muestra lo terrible que puede ser la caza indiscriminada, ya que era una especie protegida por una ley de 1791.

Gallo de las praderas común (Tympanuchus cupido)

Gallo de las praderas común (Tympanuchus cupido)


Gorrión costero oscuro (Ammodramus maritimus nigrescens)

Este emberízido norteamericano vivía en la costa desde Texas a New Jersey. La destrucción de su hábitat fue la causa de su extinción. La desaparición del gorrión costero oscuro comenzó en 1940, cuando el DDT se pulverizó sobre las marismas para el control de mosquitos. Este pesticida entró en la cadena alimenticia de las aves, que hizo que la población disminuyera de 2.000 a 600 parejas reproductoras. El gorrión costero oscuro, una subespecie conocida, de coloración oscura y canto distinto, desapareció en 1987. En la década de los setenta sólo se hallaba en Titusville, Florida. En los ochenta, sólo sobrevivían cinco machos y ninguna hembra. Se cruzaron con gorriones del Mar de Scott, pero los gorriones híbridos restantes murieron o escaparon de su cautiverio sin volver a ser vistos, lo que condujo a la extinción final de los taxones. En 1990 se declaró oficialmente extinguida.

Gorrión costero oscuro (Ammodramus maritimus nigrescens)


Paloma migratoria americana (Ectopistes migratorius)

La extinción de la paloma migratoria americana es uno de los casos más dramáticos en la historia de las extinciones de animales, ya que en un solo siglo pasó de ser el ave más abundante de América, y posiblemente del mundo, a su completa extinción.

Del orden de las columbiformes (tórtolas y palomas), era un animal social y migratorio. Los testimonios de los primeros naturalistas que las describieron, como Audubon, son asombrosos. Las bandadas en emigración eran tan grandes que oscurecían el cielo a su paso, la más grande registrada medía 1,6 kilómetros de largo, tardando varios días en cruzar una zona, en los cuales disminuía la luz y el calor a su paso.

Desde el principio de la colonización sufrieron una caza masiva, con el fin de aprovechar su grasa, plumas y carne, sirviendo para alimentar personas o fabricar piensos para animales domésticos, sobre todo para los cerdos. Debido a la expansión del ferrocarril y la emigración de colonos hacia el oeste, la caza y el consumo de la paloma migratoria aumentó de forma increíble. Los colonos organizaron matanzas masivas, debido a su elevado número y por consumir estas las semillas en los cultivos. En la década de 1850 el declive en el número de individuos era palpable, pero no por ello disminuyó la intensidad con las que se cazaban. Al tiempo se talaban los bosques para destinarlos a la agricultura. En 1871 su número se estimaba todavía en 136 millones de individuos. En 1885 ya sólo existían pequeños reductos de cría. Se iniciaron programas de cría en cautividad que fracasaron, debido a su dependencia entre migración y reproducción.

En 1896 se produjo un lamentable hecho. Se asaltó la última gran colonia de cría, matándose 250.000 ejemplares en un solo día. Crías, huevos y nidos fueron abandonados al sol y los depredadores. Además las palomas migratorias cazadas no llegaron nunca al mercado, al descarrilar el tren que las transportaba, quedando sus cuerpos desparramados y abandonados.

La última paloma migratoria salvaje fue tiroteada por un niño en 1900, en Ohio. Ya no se volvió a ver ningún avistamiento en la naturaleza. El último ejemplar mantenido en cautividad, de nombre Martha, murió, debido a su avanzada edad de 29 años, el 1 de septiembre de 1914, en su jaula del zoo de Cincinnati. Fue congelada y enviada a la Smithsonian Institution, donde hoy día se exhibe su cadáver disecado.

Paloma migratoria americana (Ectopistes migratorius)

Ejemplar disecado de Paloma migratoria americana en el Museo Real de Ontario, Canadá


Pato de Labrador (Camptorhynchus labradorium)

El llamado Pato de Labrador se incluyó en un género aparte por la peculiar estructura de su pico. Se desconocen muchos detalles de esta especie, ya que se extinguió antes de conocerse en profundidad. No debió ser abundante y se desconoce con certeza cual era su área de distribución, aunque se piensa que anidaba en la Península de Labrador y era visitante invernal de la costa este de Norteamérica. En un par de décadas, en la segunda mitad del siglo XIX, se produjo un declive brusco, sin que se sepan con certeza las causas. El último ejemplar abatido lo fue en 1875.

Ejemplares disecados de Pato de Labrador (Camptorhynchus labradorium)

Ejemplares disecados de Pato de Labrador (Camptorhynchus labradorium)


Petral de Guadalupe (Oceanodroma macrodactyla)

La isla de Guadalupe, situada a pocos kilómetros de la costa de la Baja California, en México, era su único lugar de nidificación. El único ejemplar vivo fue visto en 1911. La causa de su extinción fue la introducción de gansos domésticos en la isla, que acabaron con todos los ejemplares.

Petral de Guadalupe (Oceanodroma macrodactyla)

Dibujo de 1911 del Petral de Guadalupe


Picamaderos de Guadalupe (Colaptes auratus cafer)

Vivía en la isla de Guadalupe, en un pequeño bosquete de cipreses endémicos, por lo que la tala de estos y que los ejemplares jóvenes de estos árboles fueron comidos por las cabras, a lo que hay que añadir la acción predadora de los gatos domésticos introducidos. Es una subespecie de un pariente californiano, que es abundante (Colaptes auratus auratus). El último se vio en 1906.

Colaptes auratus auratus

Colaptes auratus auratus


Pico de marfil o Carpintero real (Campephilus principalis principalis)

La subespecie norteamericana probablemente esté extinguida, mientras que la subespecie cubana (Campephilus principalis bairdii) se halla amenazada de extinción. La subespecie norteamericana se hallaba en el sureste de Estados Unidos, en Florida, Louisiana y Texas. Era un gran pájaro carpintero, de apariencia vistosa, por lo que se le daba caza para el coleccionismo, lo que unido a la actividad maderera, provocó su extinción. En 1939 toda su población eran 22 ejemplares. Los últimos avistamientos se produjeron en 1950, aunque hay una cita en Texas en 1967. Tenía un régimen alimenticio especializado, al alimentarse únicamente de insectos moribundos o muertos de bosques primarios de coníferas o caducifolios. El bosque primario fue sustituído por el bosque secundario, sin árboles muertos, lo que provocó el declive y la desaparición de la especie.

Recientemente, algunos autores han informado de avistamientos, pero éstos no han sido confimados, pero se ha abierto el debate, ya que existen esperanzas de que la especie no haya desaparecido.

Pico de marfil o Carpintero real (Campephilus principalis principalis)

Foto coloreada a mano de 1935 de un macho de Campephilus principalis principalis


Pipilo ojirrojo de Guadalupe (Pipilo erythrophtalmus consobrinus)

Como el Chochín de Bewick de Guadalupe, esta subespecie del Pipilo ojirrojo vivía en la isla de Guadalupe. En 1885 se capturó por última vez un ejemplar y el último avistamiento se produjo en 1897. Al anidar en el suelo era extremadamente vulnerable a la destrucción de la cubierta vegetal por las cabras y a la depredación por los gatos domésticos asilvestrados, por lo que estos dos animales provocaron su extinción.

Pipilo ojirrojo (Pipilo erythrophtalmus)

Macho de pipilo ojirrojo (Pipilo erythrophtalmus) de Carolina del Norte


Zarapito esquimal (Numenius borealis)

El zarapito esquimal era la especie más pequeña de los zarapitos del género Numenius, que está constituído por ocho miembros. Criaba en la tundra ártica de Canadá occidental y Alaska. De ser una de las especies más abundantes en el siglo XIX, con una población estimada en millones de individuos, pasó a ser rara, por la caza indiscriminada en Alaska y Canadá. En una sola jornada en 1863 en Nantucket se abatieron 7.000 ejemplares. Se mataban al menos dos millones de zarapitos por año a finales del siglo XIX. Los últimos avistamientos confirmados se dieron en 1962 en la isla Galveston, Texas y en 1963 en Barbados. Hubo un avistamiento fiable de 23 aves en Texas en 1981, y más recientemente ha habido informes de avistamientos no confirmados en Texas, Canadá (1987), Argentina (1990), y Nueva Escocia (2006). No ha habido ningún informe confirmado desde 1939 de la especie en Sudamérica.


Ejemplar disecado de  Zarapito esquimal (Numenius borealis)

Ejemplar disecado de  Zarapito esquimal (Numenius borealis)


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