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Métodos de la paleontología humana

Joda paleontólogo

El objetivo de la paleontología de campo es lograr conocimiento a partir de los fósiles. Para que el trabajo de campo tenga éxito se requiere trabajo duro, perseverancia y un poco de suerte. Gran parte del mismo es monótono, tedioso, y a veces agotador.

Un factor fundamental es la financiación. Sin el análisis de la financiación, el trabajo de campo no sería posible, ya que es un esfuerzo costoso, debido a los costes de los vuelos, equipos, alquiler de vehículos, equipos de campo, los sueldos del personal de campo, y los permisos para llevar a cabo la investigación.

La mayor parte de los paleóntologos de campo trabajan en el sistema de educación superior, por lo que frecuentemente el trabajo de campo correspondiente se lleva a cabo fuera del período de enseñanza, por lo general durante el verano o las vacaciones de invierno. Las condiciones difíciles y los largos períodos de separación de familiares y amigos no hacen el trabajo de campo parece especialmente atractivo.

El trabajo de campo en paleontología humana es un gran esfuerzo de colaboración y cada vez más internacional, de manera que se requieren equipos multidisciplinares, formados por paleontólogos, geólogos, paleobotánicos, arqueólogos, etc.

Localizados los sedimentos fosilíferos, cada persona ha de tener un área específica de estudio, que a menudo se superponen, ya que ninguna persona es capaz de ver todos los fósiles en el suelo debido a diversos factores, como las condiciones de luz, la visión de búsqueda y el azar. No es fácil ver fósiles en el suelo, sobre todo cuando son similares en color a los sedimentos que los rodean y pueden ser fácilmente pasados ​​por alto como una piedra o roca de forma extraña. Todos los especímenes fósiles que son identificables, por elemento y/o taxón, se recogen y se colocan en bolsas que están claramente marcadas con información sobre dónde fueron recuperados, tales como su posición en la localidad y su ubicación estratigráfica. La distribución de fósiles en el paisaje está determinado por las condiciones ambientales y deposicionales particulares presentes cuando los huesos se depositaron y fosilizados.

La recogida de fósiles es la mayor parte de las actividades en el campo, lo que significa que se requiere una buena forma física, ya que la mayor parte del día se realiza el trabajo en posiciones bajas, por lo que al final del día se suelen producir dolores de espalda, piernas y pies.

Una vez recogidos los fósiles, llega la hora de su catalogarlos. A cada fósil se le da un número de muestra y se registra en el catálogo de campo junto con su elemento y la identificación taxonómica preliminar, la localidad y la información estratigráfica. Esta información contextual es esencial en paleontología, ya que sin ella no se pueden hacer comparaciones e interpretaciones significativas.

Los fósiles a menudo tienen que ser eliminados suavemente de la matriz en la que se encuentran, y se estabilizaron, si no están bien conservados. Esto es a menudo un proceso delicado que requiere paciencia y habilidad. Mientras que los restos hallados constituyen los datos primarios, para entender el significado de ellos, primero deben ser descritos y analizados. Una de las primeras preguntas, después de la identificación correcta del elemento, es establecer que es o a qué género o especie pertenecen. Para responder a esta pregunta, la morfología del espécimen fósil de interés debe ser descrito en detalle y comparación, tanto cualitativa como cuantitativamente, a otros especímenes de un grupo taxonómico conocido. Esto a menudo implica visitas a museos de todo el mundo en el que se mantienen las muestras comparativas. También se pueden realizar análisis adicionales, a menudo por diferentes investigadores, para aprender acerca de los patrones de comportamiento de la especie. Esto se logra mediante la comparación de el hueso fósil a sus parientes modernos cuya locomoción y hábitos alimenticios son conocidos. La morfología refleja la función, por lo que los animales con modo similar de locomoción tendrán adaptaciones morfológicas similares.

También se pueden llevar a cabo estudios para entender mejor el contexto de los fósiles, que incluyen análisis tafonómicos y paleoambientales, que indican cómo se formó el yacimiento de fósiles y el entorno en el que el animal fósil vivió.

Los fósiles se guardan generalmente en su país de origen, por lo que la descripción primaria y la medición de las muestras originales sólo pueden ocurrir allí. A veces, se hacen moldes de las muestras para que su posterior análisis comparativo puede llevarse a cabo en otro lugar.

Después de los análisis, los resultados y las conclusiones de los estudios escritos, estos son sometidos a una revista científica para su revisión y publicación a fin de que la información obtenida puede ser difundida y contrastada en todo el mundo. Pero el trabajo no termina aquí, ya que es un continuo. El conocimiento de los fósiles es generalmente incompleto y los esqueletos asociados son poco comunes. Una información más completa acerca de la taxonomía, la locomoción, la dieta, y paleoambiente del animal fósil puede ser descubierta y estudiada en diferentes momentos. Esto significa que cualquier nuevo descubrimiento fósil tiene el potencial de mejorar o cambiar fundamentalmente nuestra comprensión actual, y este es uno de los aspectos más interesantes de la paleontología.



Paleontología Humana (Paleoantropología)

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