Un nuevo mundo
América es el segundo continente más grande del mundo. Fue colonizado por la Humanidad durante la última glaciación cruzando el estrecho de Bering desde Siberia hace unos 14.000 años. Tras la retirada de los hielos, el continente americano quedó aislado del resto del mundo.
Hacía el siglo XV, sus poblaciones autóctonas en el norte eran cazadoras y estaban formadas por una gran cantidad de pueblos nómadas. En América Central, mayas y mexicas desarrollaron una cultura urbana y tecnológica, pero tenían bajo su dominio a otros pueblos, que estaban deseando liberarse de su yugo. Más al sur, los incas también desarrollaron una cultura urbana y tecnológica, pero se desangraban en contiendas civiles.
A finales del siglo XV, Cristobal Colón, un marinero genovés sostenía un proyecto de llegar a Japón y China (Cipango y Catay) para restablecer el comercio de la seda, la cerámica, y otras manufacturas asiáticas. El camino por tierra estaba cerrado por la hostilidad con el Imperio Otomano, por lo que se podría llegar por Mar si la Tierra era redonda. Tras su rechazo por la Corona de Portugal, su proyecto fue avalado por Isabel de Castilla, llamada la Católica, con el beneplácito de la Universidad de Salamanca.
El 12 de octubre de 1492 se producía el descubrimiento de América, uno de los más grandes acontecimientos de la historia de la Humanidad. Aunque en un principio se dudaba de las tierras que se habían descubierto, si era Extremo Oriente o no, el cartógrafo de origen italiano, al servicio de la Corona de Castilla, Americo Vespucio, demostró claramente que las tierras descubiertas eran un nuevo continente. Y al nuevo continente descubierto se le llamó América, en su nombre.
El nuevo continente tenía una riqueza natural increíble y poseía una importante población autóctona, sobre todo en el centro y en sur. Se embarcaron en la colonización del nuevo continente gente de todo tipo, desde románticos aventureros hasta avariciosos sin ningún tipo de escrúpulos, pasando por religiosos deseando convertir a las nuevas gentes y mostrarles la palabra de Dios.
Con las limitaciones de la navegación de entonces, los primeros españoles que llegaron a América estaban en franca inferioridad numérica, pero eran inteligentes, audaces y frecuentemente carecieron de escrúpulos. Aprovecharon la opresión de los aztecas y la división de los incas para conquistar esos imperios. Muchos indígenas colaboraron con los españoles.
Muchos colonizadores cometieron abusos y explotación de los indígenas, las quejas de Fray Bartolomé de las Casas llegaron a la Corte de Castilla que tuvo que poner cartas en el asunto, y aunque América estaba muy lejos de España para poder poner orden en condiciones, sí estableció algo que cambiaría el devenir de la historia: los americanos autóctonos eran súbditos y no esclavos. Se abría entonces el comercio de esclavos africanos.
Pero no sólo España estaba interesada en América, Portugal reclamaba su parte, ya que afirmaba que las tierras allende de Las Canarias eran suyas por el Tratado de Alcáçovas. Ambas potencias llegaron a un acuerdo por el Tratado de Tordesillas, que incumplirían ambas partes. Francia, Inglaterra y Holanda intentaron obtener su parte, centrándose en el norte del continente, ya que el sur estaba ocupado por españoles y portugueses.
Ingleses y franceses no tardarían en entrar en escena en los territorios del norte, adelantándose a los españoles en esas zonas. Por América se enfrentarían las coronas europeas, como en la Guerra de los Siete Años, famosa por aparecer en el clásico El ültimo mohicano.
Planisferio de Cantino de 1502, en el que se muestra la separación establecida en el Tratado de Tordesillas |
El grito de independencia
Se inició por los colonos de las colonias inglesas que sostuvieron una cruenta y larga guerra contra la metrópoli. La joven nación norteamericana vivió sus primeros años enfrentada contra Inglaterra. El grito de libertad no salía de sus fronteras.
Las colonias españolas emprendieron el camino a la independencia de una forma distinta, pero no tan diferente. En México, los religiosos Hidalgo y Morelos fueron los artífices, y en el resto de América Simón Bolivar y San Martín, entre otros. El vacío de poder en España tras las invasión napoleónica, unido a los intereses de las élites criollas americanas y al despotismo de Fernando VII, provocaron el surgimiento de las revueltas independentistas.
Resulta paradójico que la conquista española de América la hicieran en gran parte los indígenas, ya que muchos de ellos apoyaron a los españoles, y la independencia, en gran parte, los criollos, los descendientes de los españoles. La independencia del Brasil no fue tan traumática, ya que los reyes de Portugal se refugiaron en América tras la conquista napoleónica, y posteriormente Brasil alcanzó la independencia tras un enfrentamiento con las Cortes portuguesas, en el que no faltaron deseos de mantener los privilegios de las élites locales.
Independencia no exenta de paradojas, ya que muchas veces servía a los intereses de las élites, pero también aspiraba a la igualdad de derechos de los ciudadanos. En la América hispana, la independencia vino acompañada de la abolición de la esclavitud, mientras en la América anglosajona se mantuvo en el Sur, lo que unido a las tensiones existentes terminó desangrando a la joven nación norteamericana.
Las colonias y la metrópoli, como si fuera un capricho del destino, parecieron unir sus destinos. Inglaterra no aceptaba la independencia de los Estados Unidos y a los pocos años los dos países acabaron en una guerra que en ciertos momentos pareció que iba a deshacer la separación que costó tantos muertos. Al final, ambas potencias llegaron a aceptar lo que parecía inevitable. Inglaterra fue la primera potencia en el siglo XIX, con una amplia base colonial, y Estados Unidos no parecía tener menos aspiraciones, también coloniales, pues con el Tratado de Guadalupe Hidalgo se hizo con la mitad de México. Pero la Guerra Civil o Guerra de Secesión frenó esas aspiraciones y tendrían que pasar varias décadas para que el puesto de primera potencia pasara de Inglaterra a Estados Unidos.
La relación de España con sus antiguas colonias fue distinta. España se desangraba en guerras civiles (las guerras carlistas) y no tenía posibilidades de enfrentarse a sus antiguos súbditos. Aunque no dejó de reivindicar la soberanía sobre sus antiguos territorios americanos, se resignó tras lo imparable del proceso. La unidad hispanoamericana no fue posible, y las contiendas civiles y entre países desangraron y agotaron a las jóvenes naciones americanas, al igual que ocurrió en la Madre Patria.
Firma del Acta de Independencia de Centroamérica |
Si hay una palabra que caracteriza la historia contemporánea de América es colonización. Sobre un sustrato cultural indígena, los europeos, españoles, portugueses, ingleses y franceses, impusieron el suyo. En ocasiones, la imposición fue violenta e intolerante, pero en otros casos, se llegó a un complejo sistema cultural, en el que las dos culturas, la autóctona y la europea convivieron pacíficamente, incluso complementándose. Pero por si esto no fuera poco, los esclavos africanos trajeron su cultura, que aunque no tuvo predominancia, también estuvo presente.
¿Fue la colonización positiva o negativa para los americanos? Para esta pregunta existen multitud de respuestas y entre ellas hay dos posturas extremas, que la colonización fue claramente negativa o que fue claramente positiva. Luego pueden existir una multitud de respuestas con matices.
La postura que afirma que la colonización fue realmente negativa sostiene que lo que hizo Europa fue dominar, expoliar y explotar al continente descubierto, anular las culturas existentes y mantener al pueblo americano en estado de postración de forma que hoy día sigue sometido económicamente. El hecho de que existan potencias económicas en América impide ver que en esos países existen grandes desigualdades económicas.
Por el contrario, otra postura afirma que la colonización fue positiva para el continente americano. Si bien en un principio Europa tenía intereses coloniales, al final el impacto de su cultura fue positivo, como ocurrió en las tierras conquistadas por Roma, y como estas, al principio los conquistadores trajeron su dominio y su orden, pero luego sus imprentas, sus universidades y sus principios. Que en América se hablan los idiomas europeos más hablados del mundo supone una ventaja añadida para sus naciones. Que América siempre haya aspirado a la democracia es otra prueba de que en ella se inculcaron buenos principios.
De lo que es cierto es que el contacto entre los dos mundos, trajo beneficios globales a la Humanidad. Baste citar un ejemplo. De América llegaron las patatas, el chocolate, el maíz, el tomate y el pimiento. ¿Cómo sería hoy la Humanidad sin estos alimentos?
¿Fue la colonización de América exclusivamente europea? Así fue hasta los primeros inicios de la historia de Estados Unidos. La Doctrina Monroe, sostenida por John Quincy Adams y James Monroe, previene de los intereses coloniales en América, pero también encubre una tutela e influencia de los Estados Unidos sobre el resto de América.
Todo ello indica un panorama sumamente complejo que no se debe abordar bajo una postura simplista. La Historia, como ciencia, requiere que su estudio se aborde desde una perspectiva crítica y científica. Nunca podrá tener la objetividad de las ciencias experimentales, al ser una ciencia humana y formar nosotros parte de su investigación, pero al menos ha tender a ello. Las conclusiones de la Historia se pueden aplicar a las ideas políticas, pero nunca en el sentido contrario.
Esclavos en una plantación de Carolina del Sur en 1780 |
Un continente con futuro
En América se hallan las mayores maravillas naturales del planeta, hallándose muchos puntos calientes de biodiversidad. Desde su descubrimiento en 1492, América siempre ha interesado a los europeos, desde múltiples perspectivas, que van desde la explotación y colonización al descubrimiento de tierras ignotas y la fascinación, pasando por la conversión religiosa o la búsqueda de nuevas especies para cultivar.
En América se entretejieron entre sí distintas culturas, la europea, la indígena y la africana, y dos concepciones de la Historia, la absolutista, y la liberal. En el mismo, además de las lenguas indígenas, se hablan los idiomas europeos más hablados del mundo.
Su riqueza natural y cultural hace que América posea bases sólidas para el desarrollo social y económico. Si este no se ha producido es causa de estudio para estudiosos de distintas especialidades y origen de doctrinas e ideologías panamericanistas.
En todo caso, aunque en ocasiones pueda parecer lo contrario, es un continente con futuro y que tiene que aportar mucho a la Humanidad y a su historia.
- Lectura: Wikipedia. América (Geografía Física y Clima)
- Vídeo: YoEstudio. Geografía de América
2. División política y demografía de América
- Lectura: Wikipedia. América (Demografía)
- Lectura: Wikipedia. Organizaciones internacionales de América
- Presentación: Laura Castillo. Organismos internacionales y regionales de América
- Vídeo: YouKids. Los 35 Países de América y el Significado de sus Banderas
3. El descubrimiento de América
- Lectura: Wikipedia. Descubrimiento de América
- Vídeo: Academiaplay. El descubrimiento de América
4. La colonización europea de América
- Lectura: Wikipedia. Colonización europea de América
- Vídeo: Ana María Prieto Hernández. Los europeos en América
Historia Contemporánea de América
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