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La crisis económica (de 2008 a 2012) en seis sencillas lecciones (5/6). El contagio de la crisis de deuda


Endeudamiento público

En 1992, los miembros de la Unión Europea firmaron el Tratado de Maastrich, bajo el cual se comprometieron a limitar su déficit público y sus niveles de deuda. No obstante, un número de países miembros de la UE, entre los que están Grecia e Italia, fueron capaces de soslayar estas reglas y de enmascarar sus niveles de déficit y deuda gracias a la utilización de complejas instrumentos financieros, en particular derivados de divisa y de crédito. Estas estructuras fueron diseñadas por importantes bancos de inversión estadounidenses.

Un importante número de expertos en Economía consideran que el aumento de los niveles de deuda de los países europeos fuera causado por el exceso en el gasto de sus gobiernos. De acuerdo a su análisis, el aumento en los niveles de deuda se debió fundamentalmente a los importantes paquetes de rescate con que se salvó a las instituciones financieras durante la Crisis financiera de 2008, y la recaída económica posterior. En cualquier caso, los elevados niveles de deuda pública no pueden explicar por sí solos la crisis.



Endeudamiento público en 2009

Algunos analistas como Martin Wolf han afirmado que la causa raíz de la crisis hay que buscarla en los desequilibrios en la balanza de pagos. Señala que en el período que llevó hasta la crisis, desde 1999 hasta 2007, Alemania tenía niveles de deuda y déficit públicos relativos a su PIB peores que los de algunos de los países más afectados por la crisis como España e Irlanda. El balance de pagos positivo, o superavit comercial, de Alemania se ha incrementado como porcentaje de su PIB desde 1999, al tiempo que el balance de pagos negativo, o déficit comercial, de países como Italia, Francia y España ha empeorado. 


Crisis financiera en Grecia

Un aspecto importante fue la pérdida de confianza. Los bancos mantenían importantes carteras de bonos de países débiles como Grecia, que ofrecían una pequeña prima y parecían igualmente equilibrados a los más saneados. A medida que la crisis se desarrolló, empezó a verse claro que los bonos de Grecia, y posiblemente los de otros países, ofrecían sustancialmente más riesgo. A la falta de información sobre el riesgo de la deuda soberana europea contribuyó el conflicto de interés entre diferentes bancos que estaban ganando importantes sumas al emitir los bonos. La pérdida de confianza se vio reflejada en el aumento de los precios de los CDS soberanos (operación financiera de cobertura de riesgos), indicativo de las expectativas del mercado sobre la capacidad de crédito de los países.

Además de lo anterior, durante el desarrollo de la crisis en Europa, las dudas fueron extendiéndose entre los inversores sobre las posibilidades y la capacidad de la clase política de la zona Euro para contener efectiva y rápidamente la crisis. Desde el momento que los países que utilizan el Euro como su divisa tienen menos posibilidades de política económica, dado que no pueden imprimir moneda en su propia divisa para pagar a los tenedores de deuda, algunas soluciones requieren de la cooperación multinacional. Es el resultado del hecho que el área Euro no está construida sobre un sólido andamiaje institucional de tipo estatal que gobierne su economía.

Con una negativa respuesta popular, expresada en las calles, el gobierno griego desveló a principios de enero de 2010 un drástico plan de reducción del gasto público y prometió limitar el déficit en un 3% para 2012. No obstante la desconfianza continuó, y mientras las tasas de préstamo para Grecia subían regularmente, la Comisión Europea reclamó más detalles de las medidas. El 2 de febrero, el gobierno revisó el plan de austeridad, endureciéndolo con nuevas medidas como el bloqueo de los sueldos a los funcionarios, la subida de los impuestos y el aumento de la edad de jubilación, a pesar de que hubo nuevas huelgas generales.

Durante el transcurso de la crisis griega, la Unión Europea (UE) se enfrentó a un dilema. No había cláusula en el tratado inicial que regula la Unión que permitiera a sus países rescatar financieramente a uno o varios de ellos. El rescate colectivo de un país por los otros miembros está prohibido porque tiene un efecto contraproducente: eso no incitaría a los gobiernos a reducir sus déficits. Así, durante semanas, Alemania se negó a ayudar directamente a Grecia, alegando que los otros miembros de la zona euro no estaban dispuestos a pagar por los errores griegos, además de sufrir las protestas populares y una denuncia particular contra el gobierno.

Por otro lado, una intervención del Fondo Monetario Internacional (FMI) y, por tanto, una relación de dependencia respecto de él, no contentaba a todos los miembros de la Eurozona, porque recurrir al FMI hubiera podido dañar la credibilidad del euro; conllevaba admitir que la moneda única tenía problemas que debían gestionarse desde el extranjero. Grecia y la UE se negaron a aceptar esta intervención.

Mientras la situación ganaba urgencia surgieron rumores sobre otros países y amenazó el riesgo de contagio: Portugal (deuda del 77% de su PIB), España (déficit similar al griego, pero deuda pública sensiblemente más baja), Italia (deuda pública más elevada, pero déficit mucho menor). La situación griega alteró la confianza en los mercados financieros y llevó a los inversores a retirar su dinero de esos mercados, amenazando romper la estabilidad económica europea. Los primeros rumores sobre los bonos de estos países empezaron en diciembre, y no dejaron de reforzarse en los meses siguientes.

El 3 de febrero, la Unión Europea anunció durante una cumbre en Bruselas que respaldaría los planes del gobierno griego para reducir su déficit y que sometería a Grecia a una supervisión severa para garantizar que el país tomaba las medidas anunciadas, y no se anunció ninguna ayuda financiera. Esta intervención de apoyo y supervisión fue insuficiente para calmar los temores de contagio a otras economías mayores de la zona euro como la española, con lo que no se frenaron los ataques especulativos.

El 11 de febrero, los líderes de la Unión Europea acordaron en que no dejarían sola a Grecia y la ayudarían a sortear su crisis, que amenazaba otros países y la moneda común. Prometieron llevar adelante una acción coordinada para salvaguardar la estabilidad financiera de la eurozona. Sin embargo, no revelaron detalles sobre cómo sería el rescate, por lo que no se disiparon las dudas sobre la economía helena entre los inversores.

En los días sucesivos la Unión Europea pidió de nuevo a Grecia que intensificase sus esfuerzos para reducir el déficit público, porque ni el plan de ajuste, ni los anuncios de apoyo económico disiparon la desconfianza en los mercados. El 5 de marzo, algunos días después de una huelga general, el gobierno griego anunció nuevas medidas.

El 15 de marzo, mientras que los mercados financieros seguían especulando sobre si la ayuda europea prometida a Grecia se iba a materializar, los ministros de finanzas de la Unión Europea (Eurogrupo) llegaron a un acuerdo no detallado sobre préstamos. Sin embargo, solo afirmaron que los países de la Eurozona habían acordado una manera de ayudar a Grecia en caso de que fuese necesario, pero reiteraron que Grecia no necesitaba un rescate y que la crisis griega era un problema nacional.

La dificultad de llegar a un acuerdo se debía principalmente a un desacuerdo entre Alemania y los otros miembros de la eurozona en la solución para salir de la crisis. Alemania se negaba a ayudar colectivamente a Grecia, e incluso propuso excluir de la Eurozona a los países que no respetaran las reglas y amenazaran la viabilidad de la moneda. Sin embargo, la Comisión Europea y otros países de la eurozona como Francia estaban a favor de una ayuda a Grecia y descartaban una exclusión, por eso pusieron presión sobre Angela Merkel para llegar un acuerdo. Además, George Papandreou, presidente de Grecia dio un ultimátum a la UE para aprobar el plan de rescate, amenazando con incumplir el plan de ajuste en caso de no rescate.

Finalmente, el 25 de marzo Francia y Alemania acordaron un plan para rescatar las finanzas griegas con la participación del FMI y los países de la eurozona. Sin embargo, solo se trataba de un plan de último recurso para rescatar a Grecia si se encuentra en situación de suspensión de pagos. Sin embargo, en los días siguientes continuaron las dudas sobre el rescate, lo que reactivó la presión sobre la deuda griega. Las agencias de calificación rebajaron la calificación de la deuda griega a largo plazo.

El 11 de abril, los líderes del Eurogrupo revelaron los detalles del paquete de préstamos de emergencia, que estarían a disposición del país sólo si en caso de que pidiera asistencia, con tasas de interés más bajas que en los mercados). El dinero lo pondrían los países de la eurozona y el FMI.

El día 23 el primer ministro griego George Papandreou pidió oficialmente que se pusiera en marcha el plan de rescate para antes del 19 de mayo. El plan no fue lanzado inmediatamente debido a las reticencias de Alemania, que exigió condiciones muy duras antes de prestar su ayuda.

Al mismo tiempo, los mercados financieros temieron que los denominados PIGS (Portugal, Italia, Grecia y España) incurrieran en futuros impagos. Las preocupaciones se reforzaron en particular para España, donde el desempleo había subido a un 20%, y Portugal, que tenía un déficit elevado.

Las agencias de calificación hicieron rebajas de la calificación crediticia de España y de Portugal, debido a los riesgos fiscales que enfrentaban esos países y a sus débiles perspectivas económicas. Esta situación provocó la caída de las valores bursátiles europeos, encabezados por el español, y el desplome del euro frente al dólar.

En los meses anteriores, se había apoyado la propuesta de que los países europeos no rescataran Grecia, y que Grecia abandonara la eurozona, considerando que debía salir sola de la situación en la que se metió. También se consideraba una manera de proteger el euro y los otros países, y, aunque el propio gobierno alemán había contemplado esta solución, luego la rechazó.

Finalmente, ante la gravedad de la situación y el peligro para las economías de la Eurozona por un posible efecto como caída de fichas de dominó, se acordó el rescate financiero para Grecia. El 17 de mayo, el paquete fue aprobado por el Consejo Europeo.

El 10 de mayo, los ministros de Finanzas se reunieron en Bruselas para crear un nuevo mecanismo de estabilización para evitar que la crisis de la deuda de Grecia se extienda a otros países. El Banco Central Europeo tomaría préstamos para el fondo de estabilización directamente en los mercados, para prestar este dinero a gobiernos europeos en dificultades. El objetivo era evitar que la crisis griega se extendiera a otros países de la eurozona con altos déficits y débil crecimiento, especialmente España, Portugal e Irlanda. Por tanto era también una manera de proteger el euro.


Crisis financiera en Irlanda

La crisis de deuda soberana irlandesa no fue causada por un exceso de gasto de su Gobierno, sino que fue consecuencia de la garantía otorgada por el Gobierno de Irlanda sobre los pasivos de los seis principales bancos irlandeses, los cuales habían financiado una burbuja inmobiliaria. 

Las pérdidas estimadas de los bancos irlandeses ascendían a 100.000 millones de euros, de los cuales la mayor parte estaba relacionado con créditos inmobiliarios fallidos concedidos a promotores inmobiliarios y propietarios de viviendas durante la burbuja inmobiliaria, la cual explotó en torno a 2007. 

En septiembre de 2010, los bancos no fueron capaces de levantar financiación y la garantía bancaria fue renovada por tercer año. Este hecho tuvo un impacto negativo sobre los bonos públicos irlandeses. En abril de 2011, a pesar de las medidas llevadas a cabo, la agencia de calificación Moody's rebajó el rating de la deuda de los bancos irlandeses a la categoría de bono basura.


Crisis financiera en Portugal

Un informe publicado de enero en Portugal por Gradiva, demostraba que en el período entre la Revolución de los Claveles en 1974 y 2010, el Gobierno de Portugal había promovido el sobregasto y las burbujas de inversión a través de alianzas público-privadas poco transparentes y mediante la financiación de numerosas consultorías externas ineficientes e innecesarias. Esto provocó considerables sobre precios en obras públicas gestionadas por el Estado y al mismo tiempo infló los sueldos y los bonos de los ejecutivos y máximos responsables. Las políticas de contratación provocaron el aumento hasta niveles excesivos en el número de funcionarios públicos. Tanto los créditos de riesgo como la deuda pública y los Fondos de Cohesión europeos fueron mal gestionados durante cerca de cuatro décadas. 

Portugal fue víctima de sucesivas oleadas de especulación. Durante el primer trimestre de 2010, antes de que comenzara la presión de los mercados, Portugal tenía una de las mejores tasas de recuperación económica de la UE. Desde el punto de vista de las órdenes de pedidos industriales de Portugal, de las exportaciones, de la innovación emprendedora y de los logros académicos, el país igualaba o incluso superaba, no obstante, a sus vecinos de Europa Occidental.

El 16 de mayo de 2011, los líderes de la Eurozona aprobaron oficialmente un paquete de rescate de 78.000 millones de euros para Portugal. El préstamo de rescate será distribuido entre el Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera y el Fondo Monetario Internacional.

El 6 de julio de 2011, se confirmó que la agencia de calificación Moody's había llevado el rating de Portugal hasta el nivel de bono basura, apareciendo informaciones adicionales de Moody's que apuntaban a que quizá Portugal pudiera seguir a Grecia en la necesidad de un segundo rescate.


Contagio a otros países 

En 2010, la deuda pública de Bélgica representaba el 100% de su PIB, el tercer mayor valor relativo de la zona Euro por detrás de Grecia e Italia. En esta fecha existían, adicionalmente, dudas acerca de la estabilidad financiera de sus bancos. Pero por la elevada tasa de ahorro de los belgas, el Gobierno de Bélgica ha venido siendo capaz de financiar su déficit principalmente a través de los ahorros domésticos, lo que le hace menos proclive a las fluctuaciones de los mercados de crédito internacionales

La deuda pública de Francia en 2010 era de aproximadamente un 83% de su PIB, manteniendo un défici fiscal en 2010 del 7% de su PIB.

Una de las principales preocupaciones al tiempo de llevarse a cabo los diferentes rescates era la posibilidad de que la crisis pudiera contagiarse a más países de la zona del Euro, dado que la crisis había reducido la confianza en otras economías europeas. 

El déficit presupuestario de Italia, situado en un nivel del 4.6% del PIB en 2010, era similar al de Alemania ese año, de un 4.3%, y menor que el de Reino Unido o Francia. Italia incluso tenía superavit primario en su presupuesto (excluyendo pagos por interés de la deuda). No obstante, su deuda pública se había incrementado hasta situarse en el 120% de su PIB y su crecimiento económico llevaba siendo menor que el de la media de la UE desde hacía una década. Este comportamiento económico llevó a los inversores a ver los bonos italianos como un activo cada vez más arriesgado. Por otra parte, la deuda pública italiana tiene un vencimiento más largo del habitual, estando la mayor parte de la misma en manos de inversores domésticos. En general, esto hace que el país sea más resistente a una caída financiera.

España tenía un nivel de deuda pública bajo en comparación con otras economías avanzadas. La deuda en España representaba el 53% del PIB en 2010, más de 20 puntos menos que Alemania, Francia o Estados Unidos, y más de 60 puntos menos que Italia, Irlanda o Grecia, afirmándose que el país no se enfrenta a riesgo de default. Como Italia, la mayor parte de la deuda de España es controlada internamente, encontrándose ambos países en mejor posición fiscal que Grecia o Portugal, lo que hace que el riesgo de rescate sea muy improbable siempre que la situación no se vuelva mucho más severa.

Cuando comenzaron a surgir rumores por diferentes especuladores sobre la posibilidad de que España tuviera que ser rescatada, estos fueron descartados por el Presidente de Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero. No obstante, poco tiempo después del anuncio de la creación por la UE de un nuevo fondo de emergencia para los países de la Eurozona en mayo de 2010, España tuvo que anunciar un conjunto de medidas de austeridad diseñadas para reducir significativamente el déficit presupuestario del país, enviando una señal a los mercados financieros sobre la conveniencia y seguridad de invertir en el país. El Gobierno de España había confiado hasta el momento en evitar este tipo de recortes profundos, pero la debilidad del crecimiento económico interno sumado a la presión internacional forzaron al Gobierno a expandir las medidas de recorte que ya había comenzado a implantar en enero de 2011. Siendo una de las mayores economías de la Eurozona, la situación de España es de particular interés y preocupación para los observadores internacionales, lo que provocó que se viera sometida a presiones de Estados Unidos, el FMI, otros países europeos así como la Comisión Europea para que implantara medidas de reducción del déficit más agresivas.

Durante la crisis griega, el valor de la moneda única frente al dólar no dejó de caer, a causa de la desconfianza en los mercados financieros y de la posibilidad de que Grecia fuera expulsada de la zona euro. La desconfianza del mercado en el Euro se debía en buena medida al desacuerdo entre los países de la Eurozona sobre la ayuda financiera a Grecia y la posible intervención del FMI. Esta caída se debía al escepticismo de los mercados sobre la capacidad de la UE de ayudar a Grecia.

Las bolsas mundiales registraron fuertes caídas durante la crisis. El punto más fuerte de la caída fue la primera semana de mayo de 2010. Las bolsas más afectadas fueron las de París, Madrid y Atenas, pero también Londres. Las dificultades se extendieron al índice Nikkei de Japón y a Wall Street. Se deben a las temores entre los inversores mundiales a que los problemas económicos griegos se expandan a otros países europeos y comprometan el crecimiento europeo y mundial.

Varios líderes europeos anunciaron que no debe permitirse que los especuladores financieros ataquen al euro y los países más débiles de la unión sin justificación. Unos meses después de la crisis financiera global y de debates sobre un posible mayor control de los mercados financieros, los dirigentes europeos reactivaron la posibilidad de imponer nuevas límites a la especulación.

La crisis reveló algunas carencias en el funcionamiento de la Eurozona. De hecho, no hay un nivel de integración política y económica suficiente para considerar al euro similar a otras monedas como el dólar, el franco suizo o el yen.

Una primera carencia fue la falta de control de la Comisión Europea sobre las cuentas publicas de Grecia, permitiendo al gobierno griego disimular sus déficits. También existe falta de cooperación entre los miembros de la eurozona. Tampoco existía un instrumento para gestionar adecuadamente eventuales crisis en la zona. Sin embargo, la aprobación de un mecanismo de ayuda colectiva supone una nueva etapa hacia una coordinación más avanzada de las políticas económicas. Pocos días después de la creación de este mecanismo, la Comisión Europea anunció nuevas sanciones en caso de disimulaciones cuentas publicas.

A partir del mes de mayo de 2010, los principales países europeos presentaron medidas de ajuste económico. En particular, los llamados PIGS (Portugal, Italia, Grecia y España) anunciaron severos recortes en el gasto público y aumentos de impuestos. Pero países con menos problemas de déficit fiscal y deuda pública, como Francia y Alemania, llevaron a cabo también sus propios ajustes.

El 9 de mayo de 2010, los 27 estados miembros de la UE acordaron crear el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, un instrumento legal destinado a mantener la estabilidad financiera en Europa a través de la provisión de asistencia financiera para los estados europeos en dificultades. El FEEF puede emitir bonos u otros instrumentos de deuda en el mercado con el apoyo de la Oficina de Gestión de la Deuda de Alemania para levantar los fondos que sean necesarios para proveer de préstamos a países europeos en problemas, recapitalizar bancos o comprar deuda soberana. Las emisiones de bonos están respaldadas por garantías facilitadas por estados miembros de la zona Euro en proporción a su participación en el capital del Banco Central Europeo. 

Las bolsas se dispararon mundialmente tras el anuncio de la creación del FEEF por la UE. El fondo calmó los miedos de que la crisis de deuda griega podría contagiarse a otros países, y esto llevó a que algunas bolsas de valores alcanzaran su mayor nivel en un año o más. El Euro logró su mayor ganancia en 18 meses, antes de caer hasta un nuevo mínimo en cuatro años una semana después. Se interpretó que el acuerdo permitía al BCE comenzar a comprar deuda pública en el mercado secundario, lo que se esperaba que redujera los rendimientos de los bonos, como así fue.

El 5 de enero de 2011, la Unión Europea creó el Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera (MEEF), un programa de financiación de emergencia basado en fondos levantados en los mercados financieros y garantizados por la Comisión Europea utilizando el Presupuesto de la Unión Europea como colateral. Funciona bajo la supervisión de la Comisión, y persigue preservar la estabilidad financiera en Europa a través de la provisión de asistencia financiera a los miembros de la UE en dificultades económicas. 

Como el FEEF, también el MEEF será reemplazado por un programa de financiación de rescate permanente.


Acuerdo de Bruselas

El 26 de octubre de 2011, los líderes de países de la Eurozona se reunieron en Bruselas y acordaron una quita del 50% de la deuda soberana de Grecia de los bancos, un incremento de cuatro veces (hasta cerca de 1 billón de euros) en fondos de rescate bajo el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, un incremento obligatorio del nivel de capitalización de los bancos hasta el 9% en el área de la UE y una serie de compromisos de Italia para tomar medidas para reducir su deuda nacional. 

La aceptación del paquete fue puesta en duda el 31 de octubre cuando el Presidente de Gobierno griego, George Papandreou, anunció un referéndum para que el pueblo griego pudiera tener la última palabra sobre el rescate, lo que asustó a los mercados financieros. El 3 de noviembre de 2011 el prometido referéndum griego sobre el paquete de rescate fue retirado por el Presidente Papandreou.


Intervenciones del BCE

El Banco Central Europeo (BCE) ha tomado una serie de medidas dirigidas a reducir la volatilidad en los mercados financieros y a mejorar la liquidez:

Comenzó a realizar Operaciones de Mercado Abierto comprando títulos de deuda pública y privada, anunció dos subastas de 3 meses y una de 6 meses con adjudicación completa a través de sus Operaciones de Refinanciación de Largo Plazo (ORLP) y reactivó sus líneas de swap (permuta financiera, contrato por el cual dos partes se comprometen a intercambiar una serie de cantidades de dinero en fechas futuras) en dólares con el apoyo de la Reserva Federal. Posteriormente, los bancos miembros del Sistema Europeo de Bancos Centrales comenzaron a comprar deuda pública.

El BCE también ha cambiado su política en materia de la necesidad de calificación crediticia para depósitos en sus cuentas. El 3 de mayo de 2010, el BCE anunció que aceptaría como colateral toda la deuda viva así como nuevos instrumentos de deuda emitidos o garantizados por el Gobierno de Grecia, independientemente del rating crediticio del país del que se tratara. El movimiento alivió cierta presión de los bonos griegos, que acababan de ser rebajados en su calificación hasta el estatus de bono basura, haciendo difícil para su Gobierno conseguir dinero en los mercados de capitales.

El 21 de diciembre de 2011, el BCE comenzó la mayor infusión de crédito en el sistema bancario europeo de los 13 años de historia de la moneda única. Confía en que los bancos utilicen parte de este dinero para comprar deuda pública, aliviando así la crisis de deuda.


Acción concertada de varios bancos centrales

El 30 de noviembre de 2011, el Banco Central Europeo, la Reserva Federal de Estados Unidos, los bancos centrales de Canadá, Japón, Reino Unido y el Banco Nacional Suizo, inyectaron en los mercados financieros globales con liquidez adicional para atajar la crisis de la deuda y apoyar la economía real. Los bancos centrales acordaron reducir el coste del swap de divisas en 50 puntos básicos, lo que tuvo efecto el 5 de diciembre de 2011. También acordaron facilitarse entre ellos con abundante liquidez para asegurar que los bancos comerciales mantendrían su liquidez en otras divisas.


Pacto del Euro

A la caída en el crecimiento del PIB le sigue la caída en la recaudación impositiva y el aumento de los gastos de las redes de protección social, lo que aumenta los niveles de déficit y de deuda. El problema central de Europa es la falta de crecimiento. La economía de Italia no ha crecida durante toda una década. Ninguna restructuración de la deuda funcionará si la economía se mantiene estancada. Las economías occidentales, con altos salarios, generosos subsidios a las clases medias y complejos sistemas regulatorios y fiscales, tienen graves problemas para continuar de esta forma. Ahora se enfrentan a presiones en tres frentes: la demografía (una populación envejecida), la tecnología (que permite a las empresas hacer mucho más con menos personal) y la globalización (que permite deslocalizar la producción y los servicios alrededor del mundo). Se apuesta por una bajada de salarios y dar pasos para atraer mayores inversiones de capital extranjero.


Soluciones propuestas a largo plazo

Se ha sugerido que la estabilidad a largo plazo en la Eurozona requiere de una política fiscal común antes que controles en la cartera de inversiones. A cambio por una financiación más barata de la UE, Grecia y otros países, además de haber perdido el control de su política monetaria y cambiaria desde la entrada en el Euro, perderían adicionalmente su política fiscal doméstica.
En marzo de 2011 se inició una nueva reforma del Pacto de estabilidad y crecimiento dirigida a reforzar las reglas adoptando un proceso automático de imposición de sanciones en caso de incumplimiento tanto de las reglas de déficit como de deuda. Alemania presionó a otros estados miembros para que adoptaran una regla de oro presupuestaria para lograr un claro límite a la nueva deuda, disciplina presupuestaria estricta y un presupuesto equilibrado. La aplicación de este tipo de límites de deuda implicaría una disciplina fiscal mucho más estricta en el bloque que las reglas actualmente existentes.

Hacia finales de 2011, Alemania, Francia y otros países pequeños de la UE fueron un paso más lejos y apoyaron la creación de una unión fiscal para la Eurozona con reglas fiscales estrictas y vinculantes, así como sanciones automáticas, todo ello incluido en el cuerpo de los tratados europeos. La canciller alemana Angela Merkel también insistió en la necesidad de que la Comisión Europea y la Corte Europea de Justicia debían jugar un "rol importante" en asegurar que los países cumplan con sus obligaciones.

El 21 de noviembre de 2011, la Comisión Europea sugirió que la emisión de eurobonos conjuntamente por las 17 naciones del Euro podrían ser una vía efectiva de atajar la crisis financiera. Utilizando el término "bonos de estabilidad", José Manuel Barroso insistió en que un plan de este tipo debería venir acompañado por supervisión fiscal estricta y coordinación de la política económica como una contrapartida esencial para evitar el riesgo moral y asegurar una finanzas públicas sostenibles.

Un país con un importante superávit comercial verá, normalmente, apreciarse el valor de su divisa en relación a otras divisas, lo que debería a su vez reducir su desequilibrio a medida que el precio relativo de sus exportaciones aumenta. Esta apreciación de divisa ocurre cuando el país importador vende su divisa para comprar la divisa del país exportador utilizada para la adquisición de bienes. Alternativamente, los desequilibrios por cuenta corriente pueden reducirse si un país incentiva el ahorro doméstico a través de la restricción o la penalización de los flujos de capitales a través de sus fronteras, o a través del aumento de sus tipos de interés, si bien los beneficios que esta acción pudieran tener se verían compensandos por la desaceleración de la economía y el aumento de los pagos de interés del Gobierno.

En cualquier caso, muchos de los países que sufrieron la crisis están dentro del Euro, de modo que la devaluación, el control de los tipos de interés y los controles de capital no están disponibles para ellos. La única solución disponible para elevar el nivel de ahorros de un país es reducir sus déficits presupuestarios y cambiar los hábitos de consumo y ahorro doméstico. Por ejemplo, si los ciudadanos de un país ahorraran más en vez de consumir productos importados, esto reduciría su déficit comercial. Se ha sugerido, por lo tanto, que los países que mantienen importantes déficits por cuenta corriente (como es el caso de Grecia) consuman menos y mejoren sus industrias exportadoras. Por otro lado, los países que exportan mucho y que mantienen importantes superávits comerciales, como Alemania, Austria y Holanda deberían lograr que sus economías se desplazaran hacia servicios domésticos e incrementaran sus sueldos para apoyar el aumento del consumo doméstico.


Especulación sobre la ruptura de la Eurozona

Diferentes economistas, la mayoría de los cuales no eran europeos y se asocian con escuelas como la teoría monetaria moderna o el postkeinesianismo, han condenado el mismo diseño del sistema cambiario europeo desde sus inicios por haber cedido la soberanía monetaria y económica nacional sin haber creado una autoridad fiscal central. Algunos economistas no neokeinesianos, como Luca A. Ricci del FMI, argumentan a cambio que la Eurozona no cumple los criterios necesarios para ser considerada una zona monetaria óptima, si bien se está moviendo en esa dirección.

A medida que la crisis se expandió más allá de Grecia, estos economistas siguieron defendiendo, con más fuerza, la desmembración de la Eurozona. Si esto no fuera inmediatamente realizable, recomendaron que Grecia y otras naciones deudoras dejaran unilateralmente la Eurozona, hicieran que su deuda entrara en default, recuperaran su soberanía fiscal y readoptaran divisas nacionales.

Algunos dirigentes europeos, como la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Nicolas Sarkoz, han vinculado la supervivencia del Euro a la de toda la Unión Europea.


Críticas al euro

Algunos analistas piensan que esta grave crisis es consecuencia de múltiples errores que se cometieron a la hora de crear la unión monetaria. En concreto sostienen que no se puede crear una unión monetaria sin que antes se produzca una unión fiscal y también política. Y advierten que una unión monetaria sólo es económicamente factible en el caso de que los países miembros de la misma constituyan un área económica homogénea. Observan que se ha puesto de manifiesto la existencia de dos grupos de países claramente diferenciados, advierten de la progresiva ralentización del crecimiento económico de la Eurozona y critican los letales perjuicios que está ocasionando la política monetaria expansiva impuesta, principalmente desde el año 2001, por el Banco Central Europeo (BCE).

El euro se creó antes de que se hiciera una unión fiscal y política entre los países que adoptaron la moneda única europea. Con lo cual, según los citados analistas, el euro carece de futuro por no haberse impuesto una disciplina de homogeneización fiscal entre los países miembros que hubiese permitido alcanzar la austeridad en el gasto público con presupuestos equilibrados y bajo endeudamiento soberano.

Las diferencias entre los países periféricos y el núcleo duro de la UE en vez de disminuir, aumentaron. Las divergencias económicas entre países como Grecia, Irlanda, España y Portugal y países como Alemania o Francia haría inviable el proyecto de la moneda única y la salida de ella por parte de los países periféricos. Estos economistas creen que la zona euro desde su creación no era una zona monetaria óptima.
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La crisis económica (de 2008 a 2012) en seis sencillas lecciones (4/6). La crisis de la deuda soberana


La deuda pública o deuda soberana es el conjunto de deudas que mantiene un Estado frente a los particulares u otro país. Es una forma de obtener recursos financieros por el estado o cualquier poder público materializada normalmente mediante emisiones de títulos de valores. Es además un instrumento que usan los Estados para resolver el problema de la falta puntual de dinero, por ejemplo, cuando se necesita un mínimo de tesorería (dinero en caja) para afrontar los pagos más inmediatos, o cuando se necesita financiar operaciones a medio y largo plazo, fundamentalmente inversiones.

La crisis de la deuda soberana de la Eurozona, también llamada crisis del euro o crisis de la zona euro, se inicia a principios del año 2010 a los estados miembros que conforman la Eurozona o Zona Euro, que han adoptado el euro como moneda única y componen entre sí una unión monetaria plurinacional en el seno de la Unión Europea. Durante este período los estados de la Eurozona han venido padeciendo una crisis de confianza sin precedentes, con ataques especulativos sobre los bonos públicos de varios de sus miembros, turbulencias en sus mercados financieros y bursátiles, y una caída del valor cambiario de la moneda única, en un contexto de incertidumbre y dificultad por alcanzar un acuerdo colectivo que todavía persiste.

La crisis comenzó con la difusión de rumores sobre el nivel de la deuda de Grecia y el riesgo de cesación de pagos de su Gobierno. Se hizo público que durante años el Gobierno griego había asumido deudas profundas y había llevado a cabo gasto público descontrolado, lo que contravenía los acuerdos económicos europeos. Cuando llegó la crisis financiera global, el déficit presupuestario subió y los inversores exigieron tasas de interés mucho más altas para prestar dinero a Grecia.

Todos los países de la eurozona se vieron afectados por el impacto que tuvo la crisis sobre la moneda común europea. Se produjeron temores de que los problemas griegos en los mercados financieros internacionales pudieran desatar un efecto de contagio que hiciera tambalear las economías de los países con economías menos estables de la Eurozona, como Portugal, Irlanda, Italia y España, los cuales, como Grecia, tuvieron que tomar medidas para reajustar sus economías.

A partir de marzo de 2010, la Eurozona y el Fondo Monetario Internacional (FMI) debatieron conjuntamente un paquete de medidas destinadas a rescatar la economía griega, bloqueado durante semanas debido en particular a los desacuerdos entre Alemania, economía líder en la zona, y los otros países miembros. Durante esas negociaciones y ante la incapacidad de la Eurozona de llegar a un acuerdo, la desconfianza aumentó en los mercados financieros, mientras el Euro experimentó una caída continuada y las bolsas caían de continuo.

Finalmente, el 2 de mayo la Unión Europea (UE) y el FMI acordaron un plan de rescate, destinado a tratar de evitar que la crisis se extendiera a través de toda la Eurozona. A esta medida se añadió la creación, anunciada el 10 de mayo, de un fondo de estabilización colectivo para la Eurozona. Al mismo tiempo, los principales países europeos adoptaron sus propios planes de ajuste de sus finanzas públicas, inaugurando una era de austeridad en todo el continente.

La razón de que se rescaten países es porque de lo contrario, otras naciones podrían hundirse con el país no rescatado, ya que existen entre ellos importantes cantidades de deuda.

La crisis de la deuda soberana europea ha sido causada por una combinación de factores complejos, entre los que se encuentran la globalización de las finanzas, las fáciles condiciones de acceso al crédito durante el período 2002-2008 que impulsaron prácticas de préstamo y endeudamiento arriesgado, los desequilibrios en el comercio internacional, las burbujas inmobiliarias que al término de ese período estallaron, el debilitamiento del crecimiento económico a partir de 2008, las decisiones de política fiscal, así como el enfoque utilizado por varios países para rescatar a sus instituciones bancarias en problemas al asumir las deudas privadas socializando las pérdidas.

La manera en que cada país europeo involucrado en esta crisis tomó prestado e invirtió el dinero varía de un caso a otro. Por ejemplo, los bancos irlandeses prestaron su dinero a promotores inmobiliarios, generando una burbuja de precios inmobiliarios gigantesca. Cuando la burbuja estalló, el Gobierno de Irlanda y sus contribuyentes asumieron las deudas privadas. En Grecia, en cambio, el Gobierno incrementó sus compromisos con los trabajadores públicos en la forma de sueldos y pensiones extremadamente generosas. El sistema bancario de Islandia creció de forma gigantesca, creando numerosas deudas con inversores globales ("deudas externas") por importe varias veces superior a su PIB doméstico.

La interconexión actual en el sistema financiero global hace que si una nación entra en default de su deuda soberana o cae en recesión, esto puede poner en riesgo también parte de la deuda privada externa, lo que supone a su vez que el sistema bancario de los países prestamistas se enfrente también a pérdidas. Este fenómeno se conoce como contagio financiero. La interconexión es reforzada por el concepto de "protección de crédito". Las instituciones financieras han desarrollado, y se encuentran relacionadas por, un tipo de contratos denominados Credit Default Swaps (CDS) que suponen el pago o recepción de fondos, dependiendo de la posición en el contrato, en el caso de que se produzca el impago de un instrumento de deuda o valor particular, como por ejemplo un bono gubernamental. Desde el momento en que se pueden adquirir múltiples CDS sobre el mismo título, el valor del dinero que cambia de manos puede ser varias veces superior al valor de la propia deuda. No está claro que exposición tiene cada sistema bancario nacional a los CDS, lo que genera otro nuevo tipo de incertidumbre.

Algunos políticos, en especial Angela Merkel, han buscado atribuir parte de la culpa de la crisis a los hedge funds y a diferentes especuladores, afirmando que las instituciones rescatadas con fondos públicos están explotando la crisis presupuestaria en Grecia y otros sitios.
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La crisis económica (de 2008 a 2012) en seis sencillas lecciones (3/6). La extensión de la crisis a España


La crisis se extendió rápidamente por los países desarrollados de todo el mundo. Japón, Australia y Nueva Zelanda sufren contracciones. Cabe destacar que es cada vez mayor la preocupación sobre el futuro de los países con economías pujantes y emergentes, tal como lo es la incertidumbre respecto a países tales como China e India en Asia; Argentina, Brasil y México en América y Sudáfrica en el continente africano, cada uno de ellos líderes en sus regiones y, también afectados por la actual crisis económica.

Entre las consecuencias económicas de la crisis en España destacan un fuerte aumento del paro, el paso por sendos periodos de recesión y deflación y el temor a un rescate por parte de la Unión Europea.

El desempleo marcaba un mínimo histórico durante la primavera de 2007 con un 7,95% de la población activa y pasó a registrar un máximo histórico en el primer trimestre de 2011 con un 21,29%, llegando el paro juvenil (desempleados menores de 25 años) al 45%.

El producto interior bruto (PIB) registró un decrecimiento continuado durante el último semestre de 2008 que provocó que, por primera vez en quince años, España entrase en una recesión de la que no salió hasta el segundo trimestre de 2010, para volver a entrar en 2011. La contracción del PIB fue del –3,7% en 2009 y del –0.1 en 201


Variación del PIB en España


La inflación interanual alcanzó un máximo histórico del 5,3% en julio de 2008 debido al incremento del precio del petróleo y, tras ocho meses de caídas, entró por primera vez, desde que se tienen registros, en una deflación que se prolongó durante otros ocho meses (de marzo a octubre de 2009), llegando a marcar un pico negativo del –1.4%.

Variación del IPC en España


La deuda pública, que en 2007 representaba un 36,1% del PIB, se duplicó en tres años, situándose en el 60,1% en 2010, si bien, estos valores eran mucho menores que los de la media de la Unión Europea (UE). 

En cambio, la prima de riesgo con respecto al bund alemán comenzó a dispararse durante el verano de 2011 hasta la cifra récord de 416 puntos,[14] acrecentando los temores de un posible rescate económico de la UE a España, como los llevados a cabo en Grecia, Irlanda y Portugal. Tras el anuncio de que el Banco Central Europeo estaba adquiriendo deuda pública de varios países de la zona euro, entre ellos España e Italia, la prima de riesgo de la deuda española se estabilizó por debajo de los 300 puntos.

La prima de riesgo es la diferencia entre el interés que se paga por la deuda de un país y el que se paga por la de otro. El dinero que piden los países entre sí se conoce como deuda pública, y como todo préstamo este tiene unos intereses que se pagan dependiendo de la fiabilidad del país. Si un estado puede pagar sus préstamos sin problemas tendrá menos intereses que uno que pueda tener problemas de dinero. Para calcular la prima de riesgo, medida en puntos, se escoge el país con menos interés de deuda y se compara su interés con el de los demás. El país con menos interés es Alemania, porque es el que tiene la economía más estable y sólida.

En 2007, la situación económica empieza a alertar sobre el estallido de la burbuja inmobiliaria. En abril de ese año, el grupo inmobiliario Astroc sufre el mayor crash de la bolsa española, y en octubre de ese año, otro grupo inmobiliario, Llanera, presenta suspensión de pagos.

A principios de 2008, durante los últimos meses de la primera legislatura de Jose Luís Rodríguez Zapatero, se dan a conocer varios datos que alertan sobre un notable deterioro de la situación económica española. La inflación se dispara hasta niveles no vistos en doce años, lastrada por el encarecimiento del petróleo y los alimentos básicos; el desempleo empieza a despegar con casi cuatrocientos mil parados más que al comienzo de la legislatura; se observan caídas en el consumo de los hogares, las ventas del comercio al por menor, el índice de producción industrial, la matriculación de vehículos, el número de hipotecas concedidas, la recaudación por IVA, etc

Durante los meses siguientes se conocen más datos de destrucción de puestos de trabajo y de caídas de afiliación a la seguridad social. El gobierno debe rebajar sus previsiones de crecimiento económico para 2008, pero mantiene que en 2009 se saldrá de la crisis.

Una de las principales consecuencias que durante el año 2008 tuvo sobre la economía española es un fuerte crecimiento del desempleo. El sector de la construcción es uno de los más perjudicados por la crisis debido al fin del «boom» inmobiliario y a la posterior caída de las ventas. 

Hay una discusión latente sobre las razones de que el paro haya aumentado mucho más en España: incremento de la población activa o excesiva rigidez laboral. Otros buscan las causas del crash financiero en los salarios de los altos ejecutivos o la ausencia de eficacia de los organismos reguladores.

El estallido social surge en varios frentes, docentes y padres se manifiestan contra los recortes en educación. Al igual que parados, funcionarios y personal sanitario, entre otros colectivos afectados.



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La crisis económica (de 2008 a 2012) en seis sencillas lecciones (2/6). El estallido de la crisis


En febrero de 2007 el diario económico Wall Street Journal advertía sobre el peligro de las hipotecas subprime, así como el problema generado por los impagos de otros productos hipotecarios. En mayo, los fondos basados en hipotecas subprime comienzan a ser severamente criticados por los analistas, y los principales inversores (como Lehman Brothers Holdings Inc.) comienzan a huir de las hipotecas, tanto de las de alto riesgo como de las de bajo riesgo, negándose a dar más dinero a las principales entidades hipotecarias, las cuales comienzan a acusar falta de liquidez en contratos hipotecarios previamente comprometidos.

En el mes de julio de 2007, según la Reserva Federal, las pérdidas generadas por las hipotecas subprime se situaban ya entre los 50.000 y los 100.000 millones de dólares.

Durante el mes de agosto de 2007 tuvo lugar la transmisión del problema a los mercados financieros. La compañía Blackstone anuncia su quiebra el 2 de agosto y la American Home Mortgage, el décimo banco hipotecario de los Estados Unidos, anuncia el despido de todo su personal el día 4 y la quiebra el día 6. Para entonces ya se sabe que la crisis financiera ha llegado a Europa de mano del banco alemán IKB, expuesto a inversiones en hipotecas subprime, que ha sido rescatado por una entidad financiera pública para evitar la bancarrota.

El 9 y el 10 de agosto la crisis se traslada a todas las bolsas del mundo, que comienzan a caer, especialmente al hacerse público que uno de los principales bancos europeos, el BNP Paribas, suspende tres fondos. Los bancos centrales de la zona del euro y de EEUU responden con inyecciones masivas de liquidez, para calmar las tensiones del mercado interbancario derivadas de la crisis. El principal banco alemán, Deutsche Bank, sufre también pérdidas sustanciales en uno de sus fondos vinculados a la financiación inmobiliaria.

El viernes 10 el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush pide calma ante la escalada de la crisis y asegura que hay liquidez en el mercado. El Banco central Europeo advierte que comienza una crisis financiera en varias etapas por pinchazo del capital riesgo y las hipotecas "subprime".

El día 10 se conoce la bancarrota de otra entidad, el Home Banc. Todas las bolsas del mundo registran importantes pérdidas de capitalización al terminar la semana. El ministro de economía español, Pedro Solbes, descarta el día 12 que la crisis de las hipotecas de EEUU vaya a incidir en España.

Ante lo que interpretan como una falta de liquidez del sistema, los principales bancos centrales inician una serie de inyecciones de varios cientos de millones de euros en diferentes divisas.

El lunes 13 de agosto las bolsas se mantienen con ligeras ganancias, para volver a caer ligeramente el 14 de agosto, especialmente por las cotizaciones bancarias. En los siguientes días se conoce que el español Banco de Santander tiene una exposición por créditos inseguros, aunque se considera baja, pese a que el día anterior se había asegurado que la banca española se encontraba a resguardo de la crisis. También ese día se tiene noticia de que uno de los mayores bancos del mundo, el Citigroup, presenta una exposición a créditos inseguros. El día 15 de agosto las mayoría de las bolsas continúan su caída pese a las nuevas llamadas a la calma del día anterior, esta vez de Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo. El 16 de agosto se hace público que la Banca March congela un fondo de inversión y la entidad hipotecaria australiana Rams Home Loans cae en su cotización más del 50%, y el primer banco hipotecario norteamericano, Countrywide, sufre pérdidas en sus cotizaciones ante rumores, no confirmados, de bancarrota.

El 17 de agosto a pesar de repetidas inyecciones diarias de diferentes divisas el mercado de valores no mejora. El presidente de la Reserva Federal afirma que las condiciones de los mercados financieros se han deteriorado, lo que se evidencia en el hecho de que la hipotecaria Countrywide deba acudir a financiación de emergencia, en un clima de preocupación ante su posible situación financiera al tiempo que se conocen las millonarias pérdidas de un fondo de pensiones británico.

 El 20 de agosto, tras una rebaja de tipos primarios de la Reserva Federal, las bolsas comienzan a recuperarse, y en el caso de las asiáticas de manera espectacular, si bien algunos analistas, como el diario The Economist, lo consideran un compás de espera. Ese mismo día se conoce que el banco regional público germano Sachsen LB ha necesitado ser rescatado por un grupo de cajas de ahorro, dada su peligrosa relación con las hipotecas subprime. Durante los días anteriores muchos analistas y actores financieros presionan para evitar una nueva subida de tipos tanto en Europa como en Estados Unidos, e incluso el Gobierno japonés se dirigió a su Banco Central para evitar una nueva subida, dado el deterioro de los mercados financieros. Otros analistas, en este caso el Bundesbank, aprecian que no se dan las condiciones para evitar una nueva alza de tipos.

El 22 de agosto, así como el 23 continúan las inyecciones de liquidez de distintos bancos centrales, que no se habían dejado de producir en todos los días anteriores. El 23 se conoce que al menos trece fondos españoles se encuentran afectados por la crisis, mientras continúa la incertidumbre sobre la estabilidad financiera internacional. Este mismo día se hace pública la quiebra de una de las entidades hipotecarias más importantes de Estados Unidos, la First Magnus Financial, siendo en total 90 entidades las afectadas por la crisis en ese país. Por su parte, el FMI destaca que la crisis financiera dañará el crecimiento mundial.

El 24 de agosto continúa la inquietud por la marcha de la crisis. Los bancos centrales siguen inyectando liquidez en el mercado, y ese mismo día se conocen los primeros datos de la exposición a hipotecas subprime en China, a través de sus dos bancos principales (Commercial Bank of China (ICBC) y Bank of China).

Si bien las bolsas se mantuvieron relativamente estables durante la última semana de agosto, los datos económicos estadounidenses provocan un nuevo desplome mundial bursátil el 5 de septiembre. El Banco Central Europeo anuncia nuevas inyecciones de liquidez, que se suman a las de la Reserva Federal.

El 11 de septiembre se conoce que la compañía británica Victoria Mortgages se declara insolvente. El 13 de septiembre el Banco de Inglaterra debe acudir al rescate del Northern Rock, quinto banco hipotecario del país, y en cuyas oficinas comienzan a crearse colas de clientes para retirar sus depósitos. Ese mismo día, el presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, convocó una reunión sobre el futuro de Lehman Brothers, que incluía la posibilidad de liquidación de sus activos para sanear la empresa. Finalmente, el 15 de septiembre, dos días después, Lehman Brothers anunció la presentación de quiebra al renunciar sus posibles compradores.

En este momento, ya es evidente que existe una gran crisis económica.

Nuevamente el 17 de septiembre hay un desplome bursátil, al mismo tiempo que, tras ciertos rumores, el Banco de España desmiente que ningún banco español haya solicitado financiación de urgencia.

El 29 de septiembre se conoce la quiebra de un banco estadounidense pionero en Internet, Netbank, que es absorbido por ING, entidad que no garantizará la totalidad de los depósitos.

El 1 de octubre de 2007 el banco suizo UBS anuncia pérdidas por causa de la tormenta hipotecaria, y el Citigroup, el mayor grupo financiero del mundo, anuncia una reducción en sus beneficios tras declarar pérdidas. El 5 de octubre la mayor correduría del mundo, Merrill Lynch, también anuncia pérdidas por valor de 4.500 millones de dólares. Los días posteriores hubo una fuerte elevación bursátil, al mismo tiempo que una de las mayores inyecciones del BCE desde el mes anterior.

El 11 de octubre varios diarios económicos informaban que la relación entre las entidades financieras españolas y la crisis hipotecaria de Estados Unidos eran mayores de lo que hasta el momento se intuía. Al mismo tiempo señalaba al BBVA y a otros bancos como Banco Sabadell y Banco Popular de haber invertido en fondos avalados por hipotecas subprime, así como la relación de distintas inmobiliarias y constructoras españolas con el tocado y dañado mercado de la construcción en Estados Unidos. Por otra parte, varios organismos financieros internacionales señalaban a España como uno de los países con más posibilidades de sufrir una crisis como la de Estados Unidos debido a la burbuja inmobiliaria, el incremento de la morosidad, el aumento de hipotecas de alto riesgo y el incremento de los tipos de interés.

En el mes de diciembre la crisis de liquidez y la desconfianza interbancaria hacen tomar medidas a los principales bancos centrales de manera coordinada, con objeto de respaldar el dólar estadounidense. Debido a las dificultades para solucionar la crisis del banco británico Northern Rock el gobierno británico decide nacionalizarlo. La crisis de liquidez continúa hasta final de año, provocando máximos en el euribor interbancario, que se aleja de los tipos oficiales contenidos por el BCE mientras la prensa británica pone en duda la solvencia del sistema bancario español.

Finalmente, los efectos de la crisis financiera se contagian a la economía real, entrando Estados Unidos en una posible recesión económica, lo que obliga a tomar medidas que no logran sostener la caída de la bolsa, a lo que se une la pérdida de beneficios de los principales bancos del mundo. El lunes 21 de enero se produce una histórica caída bursátil, que arrastra a todas las bolsas del mundo salvo la norteamericana, que se encuentra cerrada por ser festivo.

A finales de 2008 ya se da por hecho que la crisis será mundial, extendiéndose a Iberoamérica y Asia, e implicará, en combinación con una elevada inflación a escala internacional (especialmente en el precio de los alimentos y de la energía), una desaceleración de la economía internacional durante un periodo relativamente largo.



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La crisis económica (de 2008 a 2012) en seis sencillas lecciones (1/6). La crisis de las hipotecas subprime


La crisis de las hipotecas subprime (1/6)

En el año 2001, la Reserva Federal de los Estados Unidos bajó mucho los tipos de interés, lo que desarrolló al mercado inmobiliario, pero desmotivó al bancario. Fue un estímulo de la economía, concediéndose hipotecas de alto riesgo, pero es un estímulo falso porque el riesgo es muy alto y si algo falla en un momento, todo se puede desmoronar, que es lo que ha ocurrido.

Las hipotecas de alto riesgo son conocidas en Estados Unidos como hipotecas subprime.  Son un tipo especial de hipoteca, preferentemente utilizado para la adquisición de vivienda, y orientada a clientes con escasa solvencia, y por tanto con un nivel de riesgo de impago superior a la media del resto de créditos. Su tipo de interés es más elevado que en los préstamos personales (si bien los primeros años tienen un tipo de interés promocional), y las comisiones bancarias resultan más gravosas. Los bancos norteamericanos tenían un límite a la concesión de este tipo de préstamos, impuesto por la Reserva Federal.

El problema surge cuando el inversor (que puede ser una entidad financiera, un banco o un particular) desconoce el verdadero riesgo asumido. En una economía global, en la que los capitales financieros circulan a gran velocidad y cambian de manos con frecuencia y que ofrece productos financieros altamente sofisticados y automatizados, no todos los inversores conocen la naturaleza última de la operación contratada. La elevación progresiva de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal, así como el incremento natural de las cuotas de esta clase de créditos hicieron aumentar la tasa de morosidad y el nivel de ejecuciones (lo que incorrectamente se conoce como embargo), y no sólo en las hipotecas de alto riesgo.

La evidencia de que importantes entidades bancarias y grandes fondos de inversión tenían comprometidos sus activos en hipotecas de alto riesgo provocó una repentina contracción del crédito y una enorme volatilidad de los valores bursátiles, generándose una espiral de desconfianza y pánico inversionista, y una repentina caída de las bolsas de valores de todo el mundo, debida, especialmente, a la falta de liquidez.

Varios factores se unieron para provocar esta crisis financiera. En primer lugar, la enorme burbuja especulativa ligada a los activos inmobiliarios. En los Estados Unidos y otros países occidentales, los atentados del 11 de septiembre de 2001 supusieron un clima de inestabilidad internacional que obligó a los principales bancos centrales a bajar los tipos de interés a niveles inusualmente bajos, con objeto de reactivar el consumo y la producción a través del crédito. La combinación de ambos factores dio lugar a la aparición de una gran burbuja inmobiliaria fundamentada en una enorme liquidez.

En el caso estadounidense, la compra-venta de vivienda con fines especulativos estuvo acompañada de un elevado apalancamiento, es decir, con cargo a hipotecas que, con la venta, eran canceladas para volver a comprar otra casa con una nueva hipoteca, cuando no se financiaban ambas operaciones mediante una hipoteca puente. El mercado aportaba grandes beneficios a los inversores, y contribuyó a una elevación de precios de los bienes inmuebles, y, por lo tanto, de la deuda.

Pero el escenario cambió a partir de 2004, año en que la Reserva Federal de los Estados Unidos comenzó a subir los tipos de interés para controlar la inflación. Desde ese año hasta el 2006 el tipo de interés pasó del 1% al 5,25%.

En agosto de 2007 todavía no se conocía públicamente que la crisis hipotecaria se había trasladado a los mercados financieros, la información de que se dispone parecía indicar que el origen se encuentra en una incorrecta valoración de los riesgos, intencionada o no, un error que habría sido amplificado por la automatización del mercado de valores, la desinformación de los inversores particulares y la liquidez sin precedentes del período 2001-2007.

El riesgo de las hipotecas subprime habría sido transferido a los bonos de deuda y las titulizaciones, y de ahí a fondos de pensiones y de inversión. De hecho, las entidades de valoración de riesgo (como Standard s & Poors (S&P) o Moody´s) comenzaron tras la crisis a ser investigadas por su posible responsabilidad, y sólo cuando la crisis se desató, las agencias de calificación de riesgo endurecieron los criterios de valoración.

Así mismo, los legisladores norteamericanos y europeos comenzaron a barajar un endurecimiento de los criterios de concesión de hipotecas.
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La crisis económica (de 2008 a 2012) en seis sencillas lecciones


La crisis económica (de 2008 a 2012) en seis sencillas lecciones, son seis clases o lecciones, en las que de una manera amena, pedagógica y sin tecnicismos, se explica como se origina y desarrolla la crisis económica, en los años que transcurren desde 2008 a 2012 y se hace un balance a finales del año 2012.

Útil para conocer, en no más tiempo que una tarde, las causas, procesos y soluciones propuestas, en la crisis económica que vive el mundo actual.








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Términos de economía ambiental

Vídeo explicativo sobre algunos términos de economía ambiental, muy interesante:

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Vídeos explicativos de Economía General (Economía Política)

Los sistemas económicos. Vídeo del profesor Luis Pazos




El intervencionismo fiscal. Por el profesor  Huerta de Soto




El mecanismo de mercado. Vídeo de la UPV.


La balanza de pagos. Vídeo de la UPV



Concepto de tipo de cambio. Vídeo de la UPV

 Concepto de elasticidad. Vídeo de la UPV

Competencia monopolística. Vídeo de la UPV

Enlace interesante:

Vídeos de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) en Youtube:

http://www.youtube.com/redirect?q=http%3A%2F%2Fwww.youtube.com%2Fuser%2Fvalenciaupv&session_token=uN9hZrYhwwVOeT7yyl8_voaBlWJ8MTMyODAzODM3NEAxMzI3OTUxOTc0

Temas de Economía:

http://cuvsi.blogspot.com/2011/12/temas-de-la-asignatura-economia.html
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14.2. Otros mercados de competencia restringida

Plataforma petrolífera

Oligopolio, son pocas empresas pero todas tienen algo que ver con el precio del mercado. Pueden ser homogéneas o diferenciadas,

Homogéneas, el que existe cuando hay unos pocos productores de una sola materia prima como el petróleo y las diferenciadas, sobre todo en productos manufacturados diferenciados, como en los automóviles. En estos mercados los productores marcan el precio del producto final, pero teniendo en cuenta como actúan sus rivales que limitan sus actuaciones, pudiendo provocar guerras entre ellos que pueden llevar a la inestabilidad.

Normalmente existen acuerdos de colusión, es decir se ponen de acuerdo en la cantidad de producción o en el precio. Un tipo de colusión es el cartel, en el se ponen de acuerdo en la cantidad a producir fijando así el precio para que no se produzcan colusiones entre ellas.

Otra forma de colusión es la de precio libre, en ella se fija un precio y a las demás empresas les conviene fijar el precio en esa cantidad ya que así se ellas se benefician.

Otra situación se daría cuando no se unen, sino que se reparten el territorio donde actúan, como monopolios territoriales. Es un reparto del mercado.

La competencia monopolística se denomina así cuando existen muchas empresas que producen bienes parecidos que están diferenciados entre sí (como marca o calidad). Es frecuente con marcas de leche, electrodomésticos. La forma de actuar de las empresas es la que teniendo una parcela de poder actúan como si tuviesen el monopolio, esto obliga a mover las curvas de demanda reduciendo paulatinamente las líneas de oferta, haciendo que cada vez los beneficios sean menores.



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14.1. Monopolio frente a competencia perfecta

Los mercados de competencia restringida más frecuentes son los monopolios de ofertas, donde una sola empresa oferta la cantidad de objetos de una misma especie, tiene toda la influencia sobre el bien y puede marcar el precio en el mercado. En competencia perfecta esta el precio del bien, que sería un precio aceptable con una curva perfectamente elástica. En el caso de monopolio tiene que tener una curva de demanda donde coincide con los ingresos medios, los ingresos marginales siguen siendo iguales que los ingresos medios del mercado perfecto ya que el precio no varía con la cantidad demandada. Para el caso de monopolio al aumentar en una unidad de cantidad del producto, la curva quedaría por debajo y bajarían los precios.
La cantidad óptima en monopolio coincide en el punto de unión de los costes marginales con los ingresos marginales.

En el caso de competencia perfecta, el punto de unión sería igual, pero las curvas de ingresos marginales e ingresos medios coinciden, el punto optimo coincide al mismo tiempo el precio con costes marginales. Para este caso, el mercado iría hacia un beneficio cero a largo plazo.

En monopolio el control implica la entrada de nuevas empresas, hace que el monopolista desanime a sus competidores y siempre los beneficios serán positivos, siempre tenderá a beneficios máximos. En este caso el precio del mercado es mucho mayor que el coste marginal, a diferencia que en la competencia perfecta en la que los costes marginales se sitúan como precio de mercado. El coste social de un monopolio equivale siempre a lo cuesta la unidad con respecto a lo que cuesta comprar la unidad.

Puede haber la posibilidad teórica para que existan pérdidas en el monopolio y situación de los costes totales medios por encima de la curva de demanda. Esto podría ocurrir con la subida repentina de costes en el mercado o por una situación en el mercado de la curva de demanda hacia la izquierda comprando un artículo diferente que fuese compensatorio de este artículo de monopolio.

La creación de un monopolio se explica por una serie de causas como el control de forma exclusiva de un factor de producción (materia prima) o en su caso la mayor parte de las materias primas para la creación de un bien. La existencia de un monopolio temporal, se sitúa con el monopolio durante un tiempo al poseer durante un tiempo la exclusividad de las técnicas para producir ese bien con la patente propia, tiene la capacidad durante un tiempo el uso exclusivo de la patente, pero pueden aparecer otras empresas que puedan usar objetos sustitutivos que entren en liza. El monopolio se caracteriza por tener privilegio por ley, esta situación es llamada monopolio legal, puede estar controlada por la autoridad pública o bien empresas mixtas con participación del estado y entes privados con exclusividad para controlar un artículo pero siendo la autoridad la que tiene influencia en el precio calidad del producto.

Se ha empleado para correos y telégrafos, ferrocarriles y carburantes. Otro tipo de monopolio es el monopolio regulado mixto (servicios telefónicos, abastecimiento de aguas, recogida de basuras, transportes urbanos), en todos estos casos la autoridad regula la calidad y el precio. Se da en aquellas empresas en la que los costes fijos son mucho mayores que los costes variables e interesa tener una sola empresa, ya que de esta forma tiene precios más baratos. Al estar regulado por la autoridad tiene precios políticos, el precio del mercado es menor en muchos casos que los propios costes, por lo tanto existen pérdidas, como en los ferrocarriles españoles. Estas pérdidas son aportadas a través de los presupuestos del estado.

Otra posibilidad es que los precios sean mayores que los costes con lo cual al ser empresas estatales estos ingresos van a la hacienda pública. Esto se da en los monopolios fiscales como gasolina o tabaco.

En competencia perfecta el precio de mercado es normalmente inferior y la cantidad demandada es normalmente superior. Por lo tanto se daría una mayor y mejor utilización de los recursos.

Normalmente todas las legislaciones modernas van contra los monopolios y cuando los hay la regulación de la autoridad intenta que esto no se produzca. En el monopolio regulado los precios de monopolio son mayores que los del monopolio regulado y estos son mayores que los de competencia perfecta.



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13.3. Equilibrio a largo plazo en un mercado de libre competencia

A corto plazo debe de haber además de las curvas de los costes totales medios, la de costes marginales y la de costes variables. Suponiendo que los precios están en equilibrio, la curva de demanda seria igual a la de precios y la de los ingresos medios y marginales.

La cantidad óptima de producción estaría en la intersección entre CM y P (o D) (IMe=IM). Y los costes serían la unión de los costes totales medios con la prolongación de los precios en intersección de CM, prolongación vertical. Así los ingresos serían el área formado por la línea de demanda y la conformada por el precio de la cantidad máxima de producción.

Si P es mayor que CMe, entonces hay ganancias:


Si P = CMe, no hay ganancias extraordinarias


Si P es menor que CMe, se darán pérdidas:


Al entrar más empresas en la industria en cuestión se produciría una nueva situación de equilibrio, variándose las posiciones de las curvas. Se producirán perdidas que serian las mínimas posibles. Es una situación de máximo beneficio para la empresa. En una situación así habría empresas interesadas en salirse de ese mercado, con lo que disminuirían las empresas y por lo tanto la producción volviéndose a la situación de equilibrio en la que los precios de mercado coincidiesen con la de los costes unitarios en la que se ha producido entre las entradas y salidas de empresas. En esta situación las empresas tendrían beneficio cero debido a que el precio de mercado coincide con el coste.

A corto plazo la curva de demanda coincidiría con los precios de mercado y la de oferta coincide con la de costes marginales a partir del precio de mercado.



Para saber más y ampliar conocimientos

- Lectura: Aula de Economía. Competencia perfecta


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13.2. Las curvas de oferta y demanda en los mercados competitivos

El conjunto de las ofertas de la unión de todas las empresas, más el conjunto de demandas hacia el mismo producto, marca el punto de equilibrio por el que se marca el precio, que será el precio aceptado.

Como la mayor o menor oferta de una empresa no altera el precio del mercado, la curva de demanda sería perfectamente elástica para cualquier empresa, no se da variaciones del precio según la cantidad demandada, el ingreso medio, se sitúa al mismo tiempo en este punto.


El ingreso marginal (IM) es el incremento del ingreso total cuando se aumenta en una unidad la cantidad producida, este producto no afecta al precio aceptante. En la curva de oferta, la cantidad optima será cuando se encuentran los costos marginales, con los ingresos marginales.

Mientras los costes marginales (CM) sean menores que los ingresos marginales (IM), la empresa obtendrá beneficio y por lo tanto es rentable ofertar productos, esta unión de curvas nos marca la cantidad q, cantidad de productos ofertados.

La posible entrada de más empresas, por lo tanto más productos puede ocasionar que varíe el precio de equilibrio con lo cual variarán los precios del mercado variando la curva de demanda y la cantidad que podríamos ofertar óptimamente hablando.

La salida de productos tendría un efecto contrario con subida de precios de mercado, con la posibilidad de ofertar mayor cantidad de productos. La curva de oferta en un mercado en equilibrio coincide con la curva de costes marginales, no todas las curvas de costes marginales coinciden con la curva de oferta, ya que en mercados competitivos hay la posibilidad de salirse del mercado, en los puntos donde las curvas de costes marginales estén por debajo de la curva de costes variables, punto de cierre.



Para saber más y ampliar conocimientos

- Lectura: Aula de Economía. Competencia perfecta
- Lectura: El Prisma. Competencia perfecta


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13. 1. Principales características del mercado de libre competencia

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Equilibrio en el mercado

Un mercado de libre competencia es una representación idealizada de un mercado en el que la intersección entre la oferta y la demanda determinan el precio en el mercado.

Para ello se tienen que dar las siguientes condiciones:

- Debe de haber muchos compradores y muchos vendedores, sin que ninguno de ellos tenga influencia para marcar el precio del mercado. Los compradores, sea cual sea el volumen de compras que vaya a adquirir, no alteran el precio. Una vez determinado el precio de equilibrio es un precio aceptado tanto para vendedores como para compradores.

- Tanto los compradores como los vendedores deberán ser indiferentes respecto a quien comprar y a quien vender, ya que el precio es lo que decisivo. Para que esta situación se cumpla este producto a de ser homogéneo, todos los productos tienen que tener las mismas características, por lo tanto no tienen que existir marcas que diferencien el producto homogéneo.

- Todos los compradores y vendedores tienen un conocimiento perfecto de las condiciones del mercado. El mercado ha de ser transparente. El precio debe de ser conocido tanto por compradores como por vendedores.

- Para que sea un mercado de competencia completa ha de existir libre movilidad de los recursos productivos. Es un mercado en el que no existe ninguna traba para entrar en el mercado, sin que haya alguien que le prohiba la entrada. También existe la libertad de salida al mismo tiempo.

Según todas estas características es muy difícil que esto se de, ya que es un mercado idealizado.



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12.3. Decisión de la empresa a corto y largo plazo

A largo plazo no existen restricciones, todos los valores son variables, la empresa tendrá sus costes marginales, costes medios, ingresos marginales, con sus curvas características, la empresa aumentará su producción mientras los ingresos marginales sean mayores que los costes marginales, buscando la cantidad optima si proyectamos una línea hasta los costes medios nos dará cuanto es el coste por unidad, en esta situación se sitúa la empresa según los precios del mercado para producir más o menos. Siempre que el coste del mercado este por encima de este punto, se puede seguir produciendo, obteniendo beneficio. En el momento en el que el coste del mercado esté por debajo de este punto, la empresa dejará de producir ya que si se queda en este punto obtendrá beneficio máximo.

A corto plazo existen costes fijos y costes variables. Tendremos la curva de costes totales medios, la curva de costes variables medios, que definen las curvas a corto plazo, podremos ver a cuanto está el coste unitario, pudiendo saber si producimos más o dejamos de producir según sean los costes del mercado, la empresa se puede plantear que si el precio del mercado esta entre costes totales medios por unidad y costes variables por unidad, están cubiertos los costes variables medios, solo habría que cubrir los costes.

En este momento al estar cubiertos los costes variables tendrá que seguir produciendo. Si el coste medio esta por debajo del coste marginal unitario medio, la empresa pierde los costes variables y los fijos, una parte de los costes no los podrá afrontar con lo que la empresa ha de dejar de producir. Siempre que la empresa este por este punto de cierre la empresa seguirá produciendo esperando la fluctuación del mercado aunque no tenga los costes fijos pagados.

Para ampliar información, Manual de Microeconomía:

http://www.eumed.net/libros/2006a/jirr-mic/indice.htm

Temas de Economía:

http://cuvsi.blogspot.com/2011/12/temas-de-la-asignatura-economia.html
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