Arqueociatos |
Los poríferos o esponjas son los animales actuales más primitivos. Son metazoos que poseen una cantidad atrial, que no forma parte del organismo, yendo a parar a la misma multitud de canales que atraviesan el cuerpo del animal, abriéndose en un orificio llamado ósculo. El agua circula por las paredes hacia la cavidad atrial y sale al exterior por el ósculo.
Las esponjas se caracterizan por tener un esqueleto formado por espículas de variadas formas, que pueden estar sueltas, englobadas en los tejidos blandos, o entrelazadas entre sí, formando complicadas tramas.
Si no se encuentra, como fósil, la trama completa, sino que se encuentran espículas, mezcladas con otros restos orgánicos en los sedimentos, es difícil lograr una clasificación precisa.
Las esponjas se clasifican según la naturaleza química de sus espículas. Pueden ser de carbonato cálcico (Calcarea), silíceas de tres o seis radios (Hexactinellida), o silíceas monoaxonas o tetrasxonas, que pueden sustituirse por una malla de fibras de espongina (Demospongiae). Aparte están los arqueociatos y los estromatopóridos, grupo extintos relacionados con las esponjas.
Se realiza el estudio por lámina delgada o por observación del fósil, si se ha observado la red esquelética. Las espículas, anteriormente silíceas, pueden haberse transformado en carbonato cálcico. En el caso de que se hay conservado el esqueleto silíceo en una roca caliza, se puede disolver esta, llegando a obtener una estructura tridimensional de gran delicadeza.
Los distintos tipos de esponjas
Las esponjas silíceas son las esponjas de esqueleto silíceo, que se conservan muy como fósiles, pero con frecuencia están epigenizadas por calcita. Son las esponjas que con mayor frecuencia se encuentran fosilizadas, desde el Paleozoico inferior, aunque actualmente son muy escasas en los mares actuales, pudiéndose considerar como fósiles vivientes.
Las hexactinélidas con esponjas silíceas formadas por espículas exactinas, que se agrupan formando redes más o menos rígidas. Se conocen unos 300 géneros de hexactinélidas fósiles, siendo la especie más antigua del Ediacárido, dándose una gran expansión mundial durante el Cámbrico y una gran diversidad durante el Cretácico.
Destacan los géneros Hydnoceras, frecuente en el Devónico superior o tardío, llegando al Carbonífero.
Dyctionina es otro género que presenta una red esquelética rígida, del que se conocen fósiles desde el Silúrico, pero no son tan abundantes hasta el Jurásico y el Cretácico, exhibiendo en este una gran variedad. En las esponjas de forma discoidal, la cara superior actúa como una superficie exhalante, circulando el agua a través del disco de la esponja, de abajo a arriba.
Las lisistéidas son el grupo más importante de esponjas silíceas, caracterizandose por su esqueleto formado por espículas tetractinas muy modificadas, que forman una trama compleja, y generalmente este está epigenizado por calcita. Todas son fósiles, existiendo representantes en el Paleozoico y en el Terciario, pero su mayor desarrollo se da en el Jurásico-Cretácico. Su forma es muy variable y se repite en las distintas familias, por lo que es necesario el estudio de su trama microscópica para clasificarlas adecuadamente. Pueden ser estrelladas, discoidales, esféricas, y de otras formas distintas.
Las esponjas calcáreas son las más frecuente en los mares actuales, pero al estar sus espículas sueltas no se suelen conservar fósiles completos, sino las espículas asociadas a otros microfósiles.
Los esfintozoos son un grupo notable de estas esponjas calcáreas, de paredes delgadas, organizadas según el tipo sicon, con el cuerpo dividido en compartimentos, con tabiques transversales y concéntricos. Son formas ramificadas de aspecto tubular. Existen fósiles desde el Paleozoico hasta el Cretácico, donde alcanzan su máximo desarrollo.
Los faretrones son otro grupo importante, que se caracteriza por espículas triactinas en una red continua, que en el animal vivo debió ser córnea. Su aspecto es muy variado. Se encuentran fósiles desde el Devónico, con máximo desarrollo en el Cretácico inferior. En los mares actuales se encuentran algunas especies, siendo una fauna residual muy pobre.
Poríferos que desaparecieron
Los arqueociatos son unos organismos extinguidos con una organización similar a la de las esponjas, con cavidad atrial, pero su esqueleto está formado por láminas perforadas. Se les considera un filum aparte, pero también se les incluye en el de los poríferos.
Las formas más típicas con cónicas o cilíndricas, con una muralla externa y otra interna que limita la cavidad central, ambas perforadas. El espacio situado entre las dos murallas se llama intervalo y está ocupado por los tabiques o septos radiales perforados, que pueden estar sustituidos por barras perpendiculares a las murallas o por varillas oblicuas. También pueden tener tábulas transversales, perforadas o espinosas, sinaptículos que unen entre sí dos tabiques contiguos.
La estructura de las murallas se puede complicar por espesamiento, lo que determina la formación de tubos en vez de poros y la aparición de otras estructuras, como espinas, brácteas, anillos, etc.
También pueden poseer una estructura vesicular, formada por disepimentos, constituida por finas láminas convexas, continuas, nunca porosas, que se puede desarrollar tanto en el intervalo como en la cavidad central.
El esqueleto de los arqueociatos es laminar y espicular, como se pensó en un principios. Su composición química es controvertida, ya que la opinión mayoritaria es que es calcáreo, pero existen especialistas que opinan que originariamente sería silíceo, ya que la calcita se habría formado por epigénesis y se han encontrado granos de sílice en algunos ejemplares.
Los arqueociatos y las algas calcáreas forman arrecifes costeros, que evolucionan en el tiempo y el espacio, como los arrecifes de coral. En general, las algas calcáreas forman la base, y los arqueociatos la ocupan, sin embargo en algunos casos, los arqueociatos superan a las algas.
Se desarrollan exclusivamente en el Cámbrico inferior, alcanzando una distribución geográfica muy amplia, a escala mundial, excepto en Sudamérica. Por esta razón, son fósiles muy importantes para estableces correlaciones estratigráficas.
Se inician con formas muy simples en el límite Precámbrio-Cámbrico, evolucionan rápidamente, complicando sus estructuras, y desaparecen al final del Cámbrico inferior, sin llegar en ningún caso al Cámbrico medio. Su presencia fue fundamental en los arrecifes, en una época en la que estos no eran construidos por los celentéreos.
Su clasificación se basa en sus estructuras esqueléticas, existiendo dos grandes grupos: regulares e irregulares.
Su desaparición se ha relacionado con movimientos geológicos que ocasionaron un descenso de la temperatura y con cambios ecológicos en las condiciones del fondo marino.
Los estromatoporidos fueron muy importantes en el Silúrico y el Devónico, aunque también se les encuentra desde el Ordovícico. Como fósiles foman láminas de carbonato cálcico, en las que dentro hay espículas.
Formaron grandes arrecifes en el Paleozoico. Se piensa que se extinguieron por un descenso global de las temperaturas.
La importancia en el pasado de las humildes esponjas
Aunque sean los animales más primitivos hoy en día conocidos, esto no quiere decir que todos los animales desciendan de las esponjas. Los animales más primigenios pueden haber sido los ctenóforos.
Actualmente se sostiene que las esponjas evolucionaron paralelamente al resto de los animales. Pero ahí estaban en los primeros tiempos de la vida animal pluricelular. Aparecieron en el Proterozoico, ya estaban presentes en la fauna de Ediacara, y por supuesto en aquella fascinante explosión del Cámbrico.
Y su papel en la formación de arrecifes fue completamente decisivo en aquellos tiempos en que no existían los corales, tal como hoy día los conocemos. Aquellos arrecifes en los inicios del Paleozoico eran muy distintos de los actuales, en los que las comunidades microbianas, como los estromatolitos, tenían una importancia fundamental. Como distintas también eran las esponjas, como eran los arqueociatos. Con la desaparición de estos, los arrecifes del Ordovícico ya tenían otro tipo de esponjas, algo más parecidas a las actuales.
A finales del Devónico, las esponjas se retiran masivamente de los arrecifes, en los que ya no volverían a tener un papel tan importante. Los corales ocuparían su lugar.
Cuando hoy día nos asombramos ante la belleza de un arrecife de coral, de esa explosión de vida y color, no podemos dejar de preguntarnos que colores, que texturas, que formas de vida tendrían esos arrecifes del Cámbrico.
1. Morfología y fisiología
- Lectura: Fundación Félix de Azara. Paleontología de Invertebrados. Tomo I (pdf, pags. 147-150, Introducción, Morfología general, Alimentación, Epibiosis, Reproducción y desarrollo)
2. Sistemática
- Lectura: Fundación Félix de Azara. Paleontología de Invertebrados. Tomo I (pdf, pags. 150-152, Sistemática)
3. Clase Demospongiae
- Lectura: Fundación Félix de Azara. Paleontología de Invertebrados. Tomo I (pdf, pags. 152-157, Clase Demospongiae)
4. Clase Calcarea
- Lectura: Fundación Félix de Azara. Paleontología de Invertebrados. Tomo I (pdf, pags. 157, Clase Calcarea)
5. Clase Hexactinellida
- Lectura: Fundación Félix de Azara. Paleontología de Invertebrados. Tomo I (pdf, pags. 157-158, Clase Hexactinellida)
6. Clase Archaeocyatha (Arqueociatos)
- Lectura: Fundación Félix de Azara. Paleontología de Invertebrados. Tomo I (pdf, pags. 158-160, Grupos incertidae sedis, Clase Archaeocyatha, Clase Receptaculita)
7. Ecología y paleoecología
- Lectura: Fundación Félix de Azara. Paleontología de Invertebrados. Tomo I (pdf, pags. 160-163, Ecología y paleoecología)
8. Biogeografía y paleobiografía
- Lectura: Fundación Félix de Azara. Paleontología de Invertebrados. Tomo I (pdf, pags. 163-164, Biogeografía y paleobiografía)
9. Bioestratigrafía
- Lectura: Fundación Félix de Azara. Paleontología de Invertebrados. Tomo I (pdf, pags. 164-165, Bioestratigrafía)
10. Origen y evolución
- Lectura: Fundación Félix de Azara. Paleontología de Invertebrados. Tomo I (pdf, pags. 165-167, Origen y evolución)
Paleontología de vertebrados
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